Descripción
En el ámbito sanitario se atienden un gran número de pacientes, muchos de los cuales son víctimas de enfermedades trasmisibles. Dado que deben recibir los cuidados de los profesionales de enfermería, es de vital importancia que estas enfermedades no se propaguen en el resto de enfermos causando infecciones oportunistas nosocomiales. Es conocido que este tipo de enfermedades, que se interponen en la evolución de un enfermo de manera tangencial, suele alargar las complicaciones y los días de estancia hospitalaria y gastos sanitarios. Llevar a cabo un sistema de aislamiento en el que el personal sanitario esté adiestrado y se lleve un circuito que impida la salida del agente infeccioso del entorno de la fuente es directamente proporcional a la reducción del número de contagios por este agente.
Las manos son el vehículo de transmisión más común de patógenos relacionados a los cuidados de la salud, por lo que su higiene es una de las acciones más sencillas y con mayor impacto en la prevención del contagio de enfermedades, que las enfermeras pueden ofrecer, reduciendo con ello el riesgo de infección nosocomial, puesto que gran parte de estas enfermedades son prevenibles.
El lavado de manos con agua y jabón es una de las maneras más eficaces y económicas que contribuye en la prevención de enfermedades infecciosas y nosocomiales, además de mejorar la seguridad del paciente. En mayo de 2007, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el documento “Nueve soluciones para la seguridad del paciente”, cuyo propósito era reducir los daños relacionados con la atención sanitaria que afectan a millones de pacientes en todo el mundo. Dentro de este documento se planteó como novena solución, mejorar la higiene de las manos para prevenir las infecciones asociadas en la atención de la salud.
Los profesionales de enfermería son los responsables de prevenir y proteger la salud de los usuarios y de sí mismos, puesto que trabajan en contacto directo con el paciente de manera permanente, generando posibles riesgos de infecciones y accidentes laborales, por consiguiente, bajo su responsabilidad recaen las medidas de bioseguridad. Por esta razón, el cumplimiento de esta actividad exige que el personal aplique los conocimientos necesarios sobre barreras protectoras, manejo de instrumentos cortopunzantes y de desechos comunes e infecciosos, evitando así la transmisión de agentes patógenos entre los pacientes, personal de salud y sus familiares.