Fisioterapia en el Día Mundial contra el cáncer

Feb 1, 2023

¿Qué es el cáncer?

El cáncer se caracteriza por el crecimiento y diseminación de células anormales, debido a una alteración del ADN. Es la segunda causa de muerte en el mundo tras las enfermedades cardiovasculares.

Según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en el año 2022 se detectaron en España más de 290 mil casos nuevos de cáncer. Si nos fijamos en sus cifras relativas a la incidencia en función del sexo, más de 121 mil fueron en mujeres y más de 168 mil en hombres, siendo los de cáncer colorrectal (41.646 casos), próstata (35.862 casos), mama (34.722 casos), pulmón (30.184 casos) o tumores de piel (22.513 casos) los de mayor incidencia.

En cuanto a su distribución geográfica, según la AECC la comunidad autónoma con mayor incidencia fue Andalucía, con más de 48 mil casos, seguida de Cataluña y Madrid, con más de 45 mil y 38 mil respectivamente; siendo el grupo de edad de mayores de 75 años donde predomina la incidencia.

Aunque estos datos ya son bastante llamativos, echando un vistazo a las predicciones para el año 2040, se estima que en España se alcance una incidencia de más de 375 mil casos, presentando subidas tanto en mujeres (144.841 casos) como en hombres (230.293 casos).

La supervivencia de los pacientes con cáncer viene determinada por los programas de cribado y detección temprana, así como del tratamiento médico que está avanzando mucho en los últimos años. Además, la tasa de supervivencia depende del tipo de cáncer, así como su estadio en el momento del diagnóstico.

El tratamiento médico del cáncer es muy variado, y se ve beneficiado del tratamiento fisioterapéutico. El objetivo del tratamiento fisioterápico es prevenir y tratar las secuelas del cáncer a través de técnicas de fisioterapia respiratoria, cinesiterapia, drenaje linfático, ejercicio terapéutico, etc.

Efectos del cáncer en la calidad de vida de los pacientes

El cáncer, así como el tratamiento médico, producen una reducción de la calidad de vida de los pacientes, debido al fuerte impacto que genera sobre el sistema inmunológico y otros sistemas corporales.

El paciente con cáncer puede presentar síntomas físicos asociados a su patología y al tratamiento tales como: fatiga, cansancio, dolor, atrofia muscular…. Además, son frecuentes las alteraciones psicológicas, como cuadros de depresión, ansiedad, pérdida de autoestima…. Finalmente, todo ello, afecta además a las relaciones sociales y laborales del paciente.

El abordaje por un equipo multidisciplinar constituido por fisioterapeutas, enfermeros, médicos, psicólogos…, mejorará su calidad de vida y conseguirá alcanzar satisfactoriamente los objetivos de tratamiento propuestos.  En este sentido, la fisioterapia cuenta con los conocimientos, habilidades y competencias para tratar algunas de las secuelas del cáncer, reducir los síntomas físicos, etc.

Indicaciones del ejercicio terapéutico en el cáncer

El ejercicio físico, indicado y guiado por un profesional de la fisioterapia, es una medida de prevención primaria en diferentes tipos de cáncer. En este sentido la evidencia respalda el ejercicio moderado en la prevención del cáncer de colon y de pulmón.

Además de su función preventiva, el ejercicio terapéutico también es una medida coadyuvante en el tratamiento médico, mejorando su tolerancia y reduciendo los efectos adversos de éste, durante y después del mismo.

Otra de las aplicaciones del ejercicio fisioterápico es como tratamiento prequirúrgico y en pacientes supervivientes del cáncer (tras finalizar el tratamiento médico).

Los beneficios de un programa de ejercicio terapéutico en los pacientes con cáncer, pautado y supervisado por un fisioterapeuta, son numerosos:

  • Mejora la respuesta inmune y reduce ciertos factores de crecimiento celular (como IGF-1).
  • Reduce los niveles de inflamación crónica y mejora el estrés oxidativo.
  • Mejora la composición corporal (reducción de grasa y mejora de la fuerza) y mejora la sensibilidad a la insulina.
  • Ayuda a prolongar la supervivencia y reduce los síntomas.
  • Mejora el estado físico, psicológico y psicosocial.

Características generales de un programa de ejercicio terapéutico

Tradicionalmente, las indicaciones de ejercicio a los pacientes con cáncer se limitaban a recomendar mantenerse activo, retomar las actividades normales de la vida diaria según tolerancia y evitar el sedentarismo. Sin embargo, estas recomendaciones no seguían una pauta e individualización para cada tipo de cáncer o para cada persona. Pero progresivamente se ha ido estudiando la eficacia de los programas de ejercicio terapéutico en esta enfermedad, con pautas claras e individualizadas, así como el papel del fisioterapeuta en su elaboración y ejecución.

Para la elaboración de un programa de ejercicio terapéutico por el fisioterapeuta, es necesario realizar una evaluación específica que incluya un historia clínica y examen médico (del propio cáncer, complicaciones asociadas y de enfermedades coadyuvantes), analítica y prueba de esfuerzo (con electrocardiograma y espirometría), así como estudio de la composición corporal, rangos de movimiento y niveles de fuerza.

A partir de ahí el fisioterapeuta establece un programa de ejercicio terapéutico que debe elaborarse en función de diferentes variables:

  • Modalidad de ejercicio: la más habitual es el ejercicio aeróbico que implique grandes grupos musculares (por ejemplo, caminar, nadar, elíptica o bici). Pero actualmente, y dependiendo del tipo de cáncer, se han ido asociando las actividades aeróbicas con otras modalidades como los ejercicios de fuerza (por debajo del 30% del 1RM), movilidad y flexibilidad.
  • Intensidad: se recomienda monitorizar la intensidad del ejercicio según diferentes variables como por ejemplo el VO2R (consumo de oxígeno de reserva), FCmáx (frecuencia cardíaca máxima) o RPE (esfuerzo percibido según la escala de Borg). De forma general, la ACSM recomienda una intensidad moderada (40-60% del VO2R; 64-75% FCmáx o 12-13 en la escala de Borg). Esta intensidad debe ser paulatinamente creciente, aunque la progresión en este tipo de pacientes se realiza más despacio que en población sana, para evitar empeoramiento de síntomas o complicaciones.
  • Frecuencia: entre 3-5 sesiones semanales, llegando poco a poco hasta un total de 150 minutos/semana.

Precauciones: evitar realizar ejercicio en lugares públicos (piscinas, gimnasios) en caso de compromiso importante de la función inmune, tener precaución ante el riesgo de fractura, emplear medidas compresivas en pacientes con linfedema, etc. Además, es necesario prestar atención a diferentes síntomas como náuseas, disnea, fiebre o caquexia.

Bibliografía:

  • BRUKNER, Peter; KHAN, Karim, 2019. Brukner & Khan’s. Clinical Sports Medici-ne. Volume 2: The medicine of exercise. 5ª ed. Sydney: McGraw-Hill Education.
  • IZQUIERDO M, IBÁÑEZ J, et al. 2014. Ejercicio físico es salud. Prevención y tratamiento de enfermedades mediante la prescripción de ejercicio físico. 2nd ed. Execycle SL, BH Group.
  • RIEBE, Deborah, et al., 2018. ACSM’s guidelines for exercise testing and prescription. 10ª ed. Philadelphia: Wolters Kluwer Health.

Descarga gratis la infografía Fisioterapia y ejercicio terapéutico en pacientes con cáncer 

 

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