En la sociedad de manera general e histórica los pensamientos, prejuicios y conductas psicófobas han estado presentes. Generando al final un estigma que provoca una discriminación real hacia las personas con problemas de salud mental.
Las personas con discapacidad intelectual son un colectivo especialmente vulnerable en aspectos de salud, y que se encuentra de manera habitual con barreras sistemáticas en el acceso al sistema sanitario impidiendo así el desarrollo de su autonomía en salud.
Cada año las víctimas de trata, en su mayoría mujeres, siguen siendo captadas, transportadas y explotadas en diferentes países. España es considerado un país tanto de destino como de tránsito y la forma de explotación más frecuente es la explotación sexual y laboral.
El derecho a la salud se define como el goce del grado máximo de salud que se puede lograr y es uno de los derechos fundamentales del ser humano. Implica el acceso oportuno, aceptable y asequible a servicios de atención de salud de calidad suficiente.
El gran desarrollo científico- tecnológico de los últimos 50 años ha convertido el sistema sanitario en un área sumamente compleja en la que, velar por la seguridad del paciente se ha convertido en una tarea frente a la que ningún profesional se puede mostrar indiferente. Desde que en 1999 se publicara el informe “To err is human” del Institute of Medicine donde aparecían datos significativos sobre eventos adversos y sus causas, se está tratando de encontrar fórmulas que hagan del sistema sanitario un lugar más seguro, implementando una cultura de seguridad que permita aprender de los errores, estableciendo áreas de mejora.