Simulacros fallidos, malas notas y predicciones erróneas
Este no es el post que quería escribir, pero es el que te mereces. Hay muchos factores que pueden desestabilizarte antes del examen de una oposición. Hoy vamos a hablar de los simulacros fallidos, las malas notas y las predicciones erróneas. Si cuando llegues al final de este post descubres que había unos cuantos aspectos de las oposiciones que nunca te habían contado, no te extrañes, a mí tampoco me los explicó nadie mientras opositaba.
Hace unos días recibí en Opofuden un correo de uno de nuestros opositores, en él me expresaba su incertidumbre: se trataba de un miedo razonable, pero infundado. El motivo de su desasosiego no era otro que el haber entrenado con el reciente examen oficial de otra Comunidad y haber obtenido una calificación baja. Ese varapalo anímico en la recta final es cicuta para tu equilibrio. ¿Deberías preocuparte? Hablemos de ello.
Cuando estás preparando una oposición de enfermería o fisioterapia, el momento del examen es un evento real pero lejano. Durante meses vas trabajando para conseguir una plaza y siempre te enfrentas a pruebas en ambiente controlado: simulacros en casa o en la biblioteca; preguntas conocidas, conceptos reformulados, pero siempre elementos que han pasado el filtro de un docente. De pronto, una Comunidad aleatoria saca su examen de oposición, tú lo encuentras, lo descargas y, sorpresa, tu nota no es la deseada. Meses y meses de estudio, sacrifico y esfuerzo para lograr esta triste victoria pírrica. ¿Qué ha sucedido? Yo te lo cuento.
El primer problema que veo en esta situación es la pérdida de perspectiva. ¿Qué es un buen o un mal resultado en un examen? Debes recordar que, tal y como decíamos en el anterior post, te enfrentas a una oposición con temario abierto, ¿qué clase de manual podría abarcar la inmensidad de esa condición?
Nunca juzgues el desempeño que has tenido en un examen mediante tu nota aislada.
Debes tener en cuenta que una oposición es una competición entre diferentes aspirantes que buscan obtener una plaza en propiedad. Cada calificación, cada puntuación, cada nota del proceso carece de valor alguno si no se pone en relación con lo acontecido al resto de los opositores.
¿Cómo se comportaron el resto de aspirantes?
Volvamos al examen trampa de Castilla la Mancha (de ahí viene todo este entuerto), ¿un 5 sobre 10 es una mala nota en un examen? Si coges ese concepto a las bravas, sí, claro: meses de estudio y perseverancia para obtener un 50% de netas. Vale, bien, ¿pero qué pasa si lo comparamos con el resto de aspirantes presentados y resulta que estás en el percentil 98? Claro, ahí la cosa cambia. Eso es lo único que deberías valorar cuando hagas el simulacro de un examen estas características: ¿cómo se comportaron el resto de aspirantes?
Antes de dejar que el fantasma de la mala preparación te cale hasta el tuétano, piensa un instante en qué tenías enfrente. Tal vez esta reflexión no te salga automáticamente, también es normal, debes entender que tu visión es realmente una perspectiva viciada: tú no lo ves con toda claridad ya que parte de tu futuro está en juego, eres vulnerable por el tiempo invertido y por la incertidumbre de tu posible rendimiento. ¿Qué tal entonces si, como bien hizo este compañero, mejor me escribes a mí y te dejas asesorar por alguien que no tenga el cerebro condicionado por encontrarse en el ojo del huracán? Esto, de verdad, fue lo más sensato que pudo hacer.
Entonces, ¿da igual el examen que pongan siempre y cuando yo saque mi mejor nota posible? La respuesta rápida es “sí”, la respuesta elaborada es Opofuden. Te lo cuento la semana que viene.
