Una vez más, en el Experto de Gestión y calidad desde el liderazgo enfermero incluimos las dinámicas de grupo para trabajar conceptos tan importantes como el liderazgo y el trabajo en equipo. A priori, puede parecer descabellado o, incluso, una locura utilizar dinámicas para estas habilidades blandas o soft-kills, pero no pueden ser más adecuadas para ello.

Y, por eso, os pregunto… ¿conocemos realmente qué son y qué significan las dinámicas de grupo?

Cómo surgieron las dinámicas de grupo

Las dinámicas de grupo tienen como objetivo establecer una metodología científica para comprender el comportamiento grupal y su influencia sobre el comportamiento individual. El precursor de estas fue Kurt Lewin, en 1945, el cual las desarrolló en el Centro de Investigación de Dinámicas de Grupo. Yo he tenido la suerte de vivirlas en primera persona y disfrutarlas junto a una gran maestra como es Astrid Illán, la cual me ha mostrado su impacto y complejidad.

La teoría nos muestra que hay dinámicas para romper el hielo, para presentarnos y conocernos, pero que son tan poderosas que pueden llevar a conseguir mejorar la cohesión e incluso el rendimiento de un equipo, tal y como vivimos la semana pasada en nuestro experto en liderazgo.

Paso por paso

Empezamos la sesión con una dinámica de presentación como no podía ser de otra manera: ‘el banquete’ la llamamos. Desde ese inicio conectamos con su emoción inicial, con lo que traen a nuestra sesión y con qué ganas van a conectar con nosotras. Este ‘banquete’ prosiguió con un gran menú degustación y comenzamos a adentrarnos en el trabajo en equipo y su funcionamiento.

No me deja de sorprender que en una dinámica podamos trabajar conceptos tan importantes para el liderazgo como la distribución de roles, el sentimiento de pertinencia, los conflictos, la flexibilidad y la adaptabilidad y, todo eso, lo vivimos en las dinámicas que podéis ver en las fotos que ilustran este post.

Y es que las dinámicas son un recurso, no son un juego. Nos divertimos, sí, pero con un objetivo que no debemos perder de vista. Como líderes, si usamos dinámicas con nuestros equipos, debemos ser flexibles y adaptarnos a los medios que tenemos, pero, también, a las expectativas de las personas a las que nos dirigimos. Y otro ingrediente fundamental que no puede faltar es la creatividad.

Y, todo eso, solo funciona si creamos un ambiente seguro. Esa burbuja de aprendizaje que tanto esfuerzo cuesta forjar pero que es la única manera en que los equipos se desarrollen y crezcan.

Espero que os llevarais muchas experiencias en vuestra mochila y, todo esto, fue posible porque vosotras y vosotros, mis queridos líderes, os tirasteis a la piscina con nosotras y decidisteis mojaros para coger los peces. Así, y por eso, solo me queda daros las gracias por hacerlo posible.

Seguimos sumando y seguimos remando, equipo.