“Objetivo: Empoderar con conocimiento del poder al poderoso consumidor”
¡Hola poderosa enfermera! ¡Si, si tú, es a ti! Tienes el poder, y no me refiero al de superheroína como algunas personas nos dicen desde la pandemia, tienes el poder porque puedes. ¿y qué puedes? Puedes manejar tus armas competentes al respecto de tu profesión. ¿No sabías que teníamos armas? Pues sí, y son muy válidas para todo aquello que te propongas que tenga que ver con el cuidado. El arma infalible es el Proceso Enfermero. Con ello tenemos poder para enfrentarnos a nuestras competencias con total autonomía y con garantías para realizar una atención enfermera de calidad, además de poder tener una visión integral y poder detectar el problema. Que no se nos olvide que estamos empoderadas para hacer valoración, diagnósticos, planificación de cuidados, ejecución del plan, y evaluación del mismo en sujetos o población diana. En la etapa de Valoración podemos emplear el modelo de Marjory Gordon por Patrones Funcionales de Salud que es recomendado por la NANDA Internacional para organizar los datos en el proceso enfermero.
Las enfermeras tenemos poder para ayudar crear un futuro mejor y más saludable para los adultos del futuro que son los niños y adolescentes del presente, tenemos poder para reducir el gasto sanitario del futuro, tenemos poder para fomentar la alimentación equilibrada, el ejercicio saludable y el sueño reparador; tenemos poder para favorecer una buena autoestima, una conducta alimentaria saludable y una humanización social deseable, tenemos el poder para formar e informar a los tutores y formadores de los escolares de la mejor evidencia científica disponible, tenemos el poder para fomentar la felicidad familiar a través hábitos de calidad. En definitiva, tenemos el poder para hacer un cambio generacional hacia lo positivo y lanzar hábitos de salud poderosos llenos de poder empoderado.
El movimiento “Nursing Now” ha venido para quedarse, actuamos desde el presente para dar forma al futuro; es decir lo que sembremos ahora lo recogeremos después. Por ello, la figura de la enfermera nos hacemos cada vez más poderosamente necesarias en esta sociedad que vivimos, las enfermeras tenemos poder para empoderar a la población a que elijan unos hábitos saludables y así desplazar al fantasma blanco de la sociedad consumista que se cree poderoso y en realidad no lo es.
La enfermera escolar tiene un trato diario con los escolares, es la figura sanitaria más cercana a la población del futuro, podemos sembrar una semilla de poder en los niños y adolescentes, y favorecer el crecimiento de una la población saludable en el presento con huella para el futuro.
Los problemas relacionados con la alimentación que acontece en la etapa infantil y adolescencia son la malnutrición, la obesidad, las enfermedades metabólicas y otras muchas patologías. Si la Enfermera Escolar promueve al escolar a escoger una alimentación saludable y equilibrada, invitándole a un ejercicio diario ajustado a sus necesidades y disfrutando del descanso necesario, podríamos decir que se hace imprescindible el poder contar con una en cada Centro Educativo.
La Enfermera Escolar puede valorar a los alumnos de su centro y así detectar problemas de salud potenciales o reales si existieran. La prevención y promoción de la salud son actividades enfermeras, por ello tenemos armas para aportar conocimiento y así empoderar a la población futura. El empoderamiento social vendrá rodado si fomentamos ganas, ilusión y compromiso a la causa, pero además de este cóctel, es éxito seguro si cada una de nosotras aportamos nuestro talento individual junto a las habilidades ya adquiridas, tanto las propias a nuestra profesión como las desarrolladas desde nuestra infancia. Es interesante valorar y empoderar nuestros gustos, preferencias y aficiones, y de ahí hacer introspección para averiguar cómo podemos ayudar a este colectivo vulnerable que nos necesita. ¿Te gusta jugar con niños?, ¿te gusta hacer deporte?, ¿te gustan las redes sociales?, ¿dominas la comunicación y sus medios?, ¿te gusta las artes escénicas, cantar, tocar instrumentos, bailar? Estas preguntas son algunos ejemplos de las que sus respuestas pueden ayudarte a sacer tus talentos tal vez ocultos, y con ellos podrías hacer llegar un gran mensaje a los niños y adolescentes. Seguro que alguno muestra las mismas inquietudes que tú y les llegas al corazón. Si consigues conectar, aunque sea con un solo niño, habrá merecido la inversión de tiempo, pero si conectas con el grupo, seguro que la salud de los adultos del futuro será óptima.
Dentro del horario escolar tenemos el poder para promover el cambio de hábitos alimentarios no saludables que ya están establecidos y asentados en la sociedad; me refiero a aquellos que no aportan ningún beneficio a la población. En muchas ocasiones, los consumidores nos vemos obligados a consumir alimentos establecidos que durante generaciones se han llamado saludables, pero aún a sabiendas que no es así, seguimos consumiendo, entonces, ¿por qué se consumen dichos productos?, y lo que es peor, ¿porque lo compramos para que lo con suman los más vulnerables? En numerosas ocasiones, los tutores, monitores y padres no tienen conocimientos para valorar el aporte nutricional de los alimentos escogidos, se guían por su palatabilidad y el consumo fácil y rápido del niño.
Las enfermeras detectamos los desequilibrios en la alimentación en los niños y adolescentes, y se puede solventar con la educación para la salud a los padres, profesores, monitores y, sobre todo, a los protagonistas del centro educativo: los niños y los adolescentes. Pero también desde el horario extraescolar podemos planificar actividades extraescolares de cocina y alimentación saludable, campamentos de verano enfocados en la salud, canales de youtube kids con videos educativos, deportes aeróbicos en grupos… y un sinfín de ideas que queráis aportar a la causa nutricional. Debemos hacer una transición progresiva y paulatina, haciendo pequeños cambios para que pueda ser bien acogido. Se puede hacer temáticas por meses, como, por ejemplo: el mes del pan integral, el mes de diseñar un plato de 5 colores, se puede envolver un bocadillo saludable con papel de regalo, se puede pegar cromos debajo del plato para que lo volteen cuando esté vacío… todo esto enfocado a cada grupo de edad, ayuda para ir implementando hábitos poco a poco. La implantación de estas novedades alimentarias, son bien aceptadas si se hacen en grupo ya que en los grupos de iguales, suele tener mucho peso la opinión social del mismo.
Todo esto es importante que esté liderado por una EPA con conocimientos en nutrición, dietética, gestión y liderazgo para transmitir el poder a los poderosos que pueden; los enfermeros escolares, y estos a su vez a los educadores y a los infantes y adolescentes. Esta EPA debe tener contacto con Atención Primaria para garantizar la calidad educacional y las necesidades de los escolares.
Entonces, y con todo ello, ¿creéis que el título de este texto es certero y tenemos poder suficiente para un cambio de paradigma de las multinacionales alimentarias que promueven la alimentación poco o nada saludable? ¿creéis si la demanda cambia, la oferta también lo hará? Pues si lo crees, lo creas.
Desde aquí animo al colectivo enfermero “Nursing Power” a que gestione el “Nursing Now” para liderar hacia el “Nursing Always”.
PD: Cuidar al que nos cuidará es inversión de futuro.
