Hoy, día 10 de noviembre, Día Mundial de la Calidad, quiero hablarte de un tema que está en el corazón de nuestras preocupaciones: la calidad en los servicios de salud y el papel que ocupa la formación de las enfermeras. Estos dos pilares son como los cimientos de un edificio sólido en el que se apoya nuestro bienestar. En un mundo en constante cambio, es crucial mantener estándares altos en estas áreas para asegurar un sistema de salud eficiente y profesionales altamente capacitados, dispuestos a cuidar de todas las personas en los momentos más críticos o vulnerables.

Calidad en los servicios de salud: más allá de la tecnología

La calidad en la atención sanitaria no solo se trata de tener la última tecnología y equipos relucientes. Trata sobre la atención personalizada que te hace sentir como si fueras más que un número en una lista de pacientes. Trata sobre la empatía en los ojos de tu enfermera, la prontitud en el diagnóstico y tratamiento, y la certeza de que estás en buenas manos. Un sistema de salud de calidad se preocupa por la sociedad en su totalidad, brindando un entorno seguro y efectivo para los cuidados.

Los pilares de una atención verdaderamente compasiva

En el vasto universo de la atención sanitaria, algunos principios fundamentales guían el camino hacia una atención de alta calidad que realmente marque la diferencia. Acompáñame en un recorrido a través de estos pilares esenciales que garantizan que todos, sin importar de dónde vengamos o nuestros recursos, reciban atención sanitaria de calidad.

Acceso equitativo: más allá de las barreras sociales

Imagina un mundo en el que el acceso a la atención sanitaria no esté determinado por el lugar de nacimiento o la cuenta bancaria. La calidad en los servicios de salud comienza con la idea de que todos, independientemente del origen, merecemos atención sanitaria equitativa. Significa que la atención se brinda de manera justa a todos, desde las comunidades urbanas prósperas hasta las rurales remotas, donde el acceso solía ser un desafío. Este pilar se basa en la creencia de que todos merecemos atención sanitaria de calidad, sin excepciones.

Prácticas basadas en evidencia: la ciencia y la experiencia se dan la mano

La calidad en los servicios de salud no se basa únicamente en las últimas tecnologías y tratamientos, como comentábamos anteriormente. Se basa en la ciencia sólida respaldada por la experiencia de profesionales de la salud. En un mundo de constante avance, se requiere una atención basada en evidencia, donde los tratamientos se seleccionan no por modas o creencias, sino por pruebas científicas sólidas. Este enfoque asegura que los pacientes reciban el tratamiento más efectivo y seguro, en lugar de seguir prácticas obsoletas o no respaldadas por la ciencia.

Participación activa del paciente: su voz en su propio cuidado

La calidad en los servicios de salud implica empoderar a los pacientes para tomar decisiones informadas sobre su atención. Significa que su opinión cuenta, y que es participante activo en su proceso de curación. Al estar informados y tener voz en las decisiones de salud, pueden trabajar en conjunto con los profesionales de la salud para determinar el mejor camino a seguir. Esto no solo brinda un mayor sentido de control, sino que también mejora la calidad de su atención.

Comunicación efectiva: escuchar y entender las preocupaciones

La comunicación efectiva entre pacientes y profesionales de la salud es un pilar crucial de la calidad en los servicios de salud. Se trata de crear un espacio donde todas las personas puedan expresar sus preocupaciones y preguntas, y donde los profesionales de la salud estemos dispuestos a escuchar y responder con empatía. Una comunicación abierta y transparente es esencial para garantizar que las necesidades y preocupaciones de cada persona sean atendidas, y que se sientan valorados como pacientes.

Formación de enfermeras de calidad: el pilar de los cuidados

Las enfermeras desempeñamos un papel crucial en la atención sanitaria, y nuestra formación es el fundamento de nuestra capacidad para proporcionar un cuidado de calidad. La capacitación de las enfermeras debe enfocarse en habilidades técnicas, pero también en habilidades interpersonales, liderazgo y toma de decisiones éticas.

La calidad en los servicios de salud y en la formación de enfermeras es una responsabilidad compartida por todos nosotros: la sociedad, las instituciones de salud y las instituciones educativas.

En resumen, la calidad en los servicios de salud se basa en la equidad, la evidencia y la formación, el empoderamiento y la comunicación. Mantener y mejorar la calidad en la salud y la formación de enfermeras es esencial para un sistema de atención sanitaria eficaz y compasiva. Estamos juntos en esto, construyendo un futuro más saludable y prometedor.

Loira Fernández
Directora del departamento de Calidad y Acreditación de FUDEN