Las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) son, sin duda, uno de los entornos más complejos del sistema sanitario. Aquí se atiende a pacientes en situaciones de riesgo vital, con elevada inestabilidad clínica y una dependencia tecnológica creciente. En este escenario tan exigente, surge una figura capaz de aportar una visión más amplia, coordinada y especializada del cuidado: la Enfermera de Práctica Avanzada (EPA) en Cuidados Críticos.

Su presencia supone una transformación profunda del modelo de atención, contribuyendo a mejorar los resultados clínicos, reforzar la cohesión del equipo y garantizar cuidados centrados en la persona, la seguridad y la evidencia científica. 

Un rol que nace de la complejidad de la UCI

La práctica avanzada en críticos se ha convertido en una respuesta necesaria ante varios retos del entorno sanitario: pacientes con mayor gravedad, tecnologías cada vez más complejas, equipos interdisciplinarios amplios y una creciente necesidad de armonización en la toma de decisiones. La EPA aporta autonomía, pensamiento crítico y una visión integral que complementa el trabajo del equipo médico y del resto de profesionales.

En sistemas sanitarios con larga tradición en práctica avanzada, como Reino Unido o Estados Unidos, las Advanced Critical Care Practitioners (ACCP) y las Acute Care Nurse Practitioners (ACNP) llevan años desempeñando funciones avanzadas en UCI. En el Reino Unido, por ejemplo, el rol está reconocido y regulado por la Faculty of Intensive Care Medicine, y los profesionales acceden a él tras completar programas de máster acreditados por Health Education England. De forma similar, en Estados Unidos, la American Association of Critical-Care Nurses y diversos programas universitarios han consolidado modelos maduros donde las enfermeras especialistas lideran procesos asistenciales, realizan valoración avanzada y participan en la toma de decisiones clínicas complejas.

En España ya contamos también con experiencias reales que demuestran el valor de este rol. Una de las más destacadas es la implantación de la EPA en el Área de Críticos de la Clínica Universidad de Navarra, donde desde 2012 se emplea el modelo conceptual PEPPA, un marco internacional que orienta la introducción de roles avanzados basándose en las necesidades del paciente, la evidencia científica y la evaluación continua de resultados.

 

Características que definen a la EPA en una UCI

La EPA en críticos se distingue por su capacidad para actuar con autonomía clínica, liderazgo y una sólida base científica. Entre sus funciones clave destacan:

  • Valoración clínica avanzada: historia clínica, examen físico completo, integración de datos hemodinámicos y respiratorios.
  • Toma de decisiones complejas, especialmente en situaciones de alta variabilidad y presión asistencial.
  • Manejo avanzado de tecnología crítica: ventilación mecánica, ecografía clínica, monitorización invasiva, terapias avanzadas.
  • Diagnóstico y ajuste terapéutico, dentro de su marco competencial.
  • Liderazgo y coordinación con equipos multidisciplinares.
  • Formación y mentoría a personal novel.
  • Investigación aplicada y mejora continúa basada en la evidencia.
  • Acompañamiento emocional y ético a pacientes y familias en situaciones límite.

Este perfil híbrido —clínico, docente, investigador y gestor— convierte a la EPA en un referente indispensable en la dinámica de la UCI.

 

Beneficios demostrados: resultados que hablan por sí solos

Las experiencias reales, tanto en España como a nivel internacional, demuestran que la incorporación de una EPA en la UCI genera mejoras cuantificables:

  • Reducción de bacteriemias asociadas a catéter venoso central.
  • Disminución de la neumonía asociada a ventilación mecánica.
  • Mayor adherencia a protocolos y menor variabilidad clínica.
  • Mejora en la formación del personal y en la seguridad del paciente.
  • Incremento en la satisfacción de pacientes y familias gracias a una comunicación más clara y un cuidado integral.

Estos resultados se explican por la supervisión directa, la rigurosidad en la implantación de la evidencia y la capacidad de liderazgo en los procesos asistenciales.

 

Retos éticos y profesionales en la práctica avanzada

La EPA debe enfrentarse, además, a dilemas éticos complejos: limitación del esfuerzo terapéutico, acompañamiento al final de la vida, priorización de recursos en situaciones críticas o toma de decisiones con elevada incertidumbre. Su práctica se fundamenta en los principios de autonomía, beneficencia, justicia y respeto a la dignidad, integrando los valores del paciente, la familia y el equipo asistencial.

 

Formación avanzada: un estándar internacional en expansión

El rol de EPA en críticos requiere una formación altamente especializada. Países como Reino Unido, Estados Unidos o India cuentan con programas de máster acreditados que forman profesionales capaces de liderar la atención en UCI. En España, la regulación es aún incipiente, pero las experiencias existentes y la demanda creciente impulsan la necesidad de itinerarios formativos avanzados que incluyan:

  • Rotaciones clínicas especificativas.
  • Simulación de alta fidelidad.
  • Supervisión experta.
  • Evaluación continua.
  • Competencias en investigación, liderazgo y toma de decisiones.

 

 

Una mirada al futuro: hacia la consolidación del rol

El camino hacia la implantación total de la EPA en UCI implica superar retos como la falta de regulación homogénea, la integración cultural en los equipos y la necesidad de estructuras sólidas que sostengan el rol. Sin embargo, su impacto clínico, organizativo y centrado en el paciente, posiciona a la EPA como uno de los perfiles clave para transformar el cuidado crítico en los próximos años.

El futuro de las UCI pasa por modelos de atención más avanzados, seguros y humanizados… y la Enfermera de Práctica Avanzada está llamada a ser una pieza fundamental de ese cambio.

Si deseas profundizar en este ámbito y conocer de primera mano el potencial de la Enfermera de Práctica Avanzada en críticos, te invitamos a inscribirte en el MOOC.
Se trata de una formación gratuita, acreditada con 25 horas y 1 ECTS por la Universidad de Castilla-La Mancha.

 

MÁS INFORMACIÓN

– Fukuda, T., Sakurai, H., & Kashiwagi, M. (2020). Impact of having a certified nurse specialist in critical care nursing as head nurse on ICU patient outcomes. PLOS ONE, 15(10), e0240463. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0240463

– Goñi-Viguria, R. (2025). Experiencia de una enfermera de práctica avanzada en una unidad de cuidados intensivos. Enfermería Intensiva, 36, 100482. https://doi.org/10.1016/j.enfi.2024.02.002

– Health Education England. (2020). Multi-professional framework for advanced clinical practice in England. https://www.hee.nhs.uk

– International Council of Nurses. (2020). Guidelines on Advanced Practice Nursing. https://www.icn.ch/system/files/documents/2020-04/ICN_APN%20Report_EN_WEB.pdf

– Tomasa, L., Gomis, P., Clavé, A., & Juvé, M. (2021). Enfermera referente en cuidados intensivos neonatales: un modelo enfermero de referencia. Enfermería Intensiva, 32(1), 35–43. https://doi.org/10.1016/j.enfi.2020.07.003

 

 

Verónica Illana
Enfermera de Práctica Avanzada en Hematología | + posts