Desde mi perspectiva, la enfermera de práctica avanzada (EPA) es la figura que va a llevar a la ENFERMERÍA al lugar que le corresponde en la sociedad. Realizar un desarrollo adecuado: legislativo, competencial, formativo… es un reto apasionante en esta época que vivimos, en la que nos tenemos que involucrar a todos los enfermeros si queremos darle a nuestra profesión la importancia que se merece.
Cuando escuchas a Adelaida Zabalegui relatar su experiencia como enfermera de práctica avanzada, te das cuenta de que ese es el camino que tenemos que seguir, sin ninguna duda. El reto que tenemos las enfermeras por delante es mayúsculo. Tenemos que plasmar en un papel cómo queremos que sea la enfermera del futuro y hacia dónde queremos ir. Ha llegado el momento de demostrar sin tapujos, la importancia que tiene la enfermería dentro del Sistema Sanitario.
La enfermería anglosajona, un modelo a seguir
Somos la profesión mayoritaria en número y, eso, nos aporta una ventaja tremenda a la hora de conocer todas las aristas que tiene el paciente. Hay que continuar la estela de la enfermería anglosajona, claramente más evolucionada en este sentido que la nuestra, y poner nuestro granito de arena para que, por fin, las enfermeras podamos demostrar el potencial que tenemos. Para ello, sin duda, hay que crear un itinerario formativo adecuado a las necesidades actuales de altísima especialización que existen y darle un contexto legal a la EPA para que se la pueda reconocer social y laboralmente.
La cronicidad de las enfermedades y la cada vez mayor longevidad del paciente nos obliga a transformar los sistemas de salud en unos sistemas más eficientes
Debemos ser exquisitos y finísimos en todo esto, de tal manera que no se le pueda poner un “pero” a la nueva enfermería. No nos vamos a engañar… nos vamos a encontrar muchas piedras en el camino que van a intentar que cesemos en este intento de poner la enfermería en la cima de la pirámide de las profesiones sanitarias, incluso miembros de nuestro propio colectivo que siguen pensando que la enfermería es una tarea subordinada a la medicina.
Presencia en los puestos de responsabilidad
Para poder conseguir todo esto tenemos que convencer a nuestras direcciones, a los políticos y a la sociedad en general. Las enfermeras estamos presentes en todas las fases de la vida del paciente, y además, somos docentes, gestoras, investigadoras… tenemos una visión completa de lo que debe ser el sistema sanitario y, justamente por eso, tenemos que conseguir llegar a puestos de alta dirección a nivel estatal. Y, aquí, también será importante la EPA. Porque tendremos un nivel de formación adecuado que haga que nadie considere que la Enfermería no puede gestionar un hospital, una Consejería de Sanidad o un Ministerio.
Desde la primera vez que escuché hablar a Zabalegui me convencí de que ese es el camino correcto a seguir para que podamos abordar todos los retos sanitarios que tenemos por delante. La cronicidad de las enfermedades y la cada vez mayor longevidad del paciente nos obliga a transformar los sistemas de salud en unos sistemas más eficientes, que garanticen unos cuidados basados en la evidencia y que incluyan a toda la población.
Y, para mí, la enfermera de práctica avanzada es la que tiene que liderar este cambio de modelo sanitario que nos haga ser el centro de los sistemas de salud y, así, poder garantizar un cuidado holístico del paciente.