Recuperar la normalidad es algo que en los últimos años se nos ha vetado a los sanitarios. Sensaciones que emergían ante la falta de EPI´s y mascarillas volvían con las críticas de la sociedad, ya fuese por cenar juntos o por disfrutar de una café al salir de guardia. Nadie tenía en cuenta que somos como los demás.

Una horrible pesadilla que ha ido despareciendo con el paso del tiempo, cuando el sol emerge tras el horizonte y abre paso a una nueva ilusión en forma de “normalidad”, de derechos adquiridos, y no de reproches. Ya somos aptos. Ya podemos celebrar, reunirnos, acudir a congresos, a formaciones presenciales, en definitiva, a seguir con nuestras vidas. Hemos pagado nuestra deuda con la comunidad y podemos continuar.
Y así a finales de 2021, cuando a pocos días de que la Puerta del Sol vibrara nuevamente con unas campanadas para celebrar la llegada del 2022, empezaban las inscripciones para este experto. Y es que ser experto en gestión y en liderazgo enfermero se me hacía tan lejano como recuperar esa sensación de normalidad.

Cada año que pasa, es más complicado hacerse con una de esas plazas de tan codiciada formación. “¡Maldita sea! No me han cogido”, pensarían más de 100 alumnos que se quedaron fuera en esta edición. Porque esta edición 2022 es mía, y de otras tantas decenas de enfermeras que se atrevieron a dar el paso. Titubeante quizás, pero basado en la evidencia de una proyección de mejora de lo que cada vez parece un camino más duro y atrevido, la gestión.

Liderar es otra cuestión. Una muy distinta, llena de baches y de altibajos que no son indiferentes para nadie. Pero aquí aprendes. Si. En este experto aprendes a gestionar, no solo como parte de la formación, también como profesional y como un individuo más de la sociedad. Porque el liderazgo enfermero no se limita a las instituciones, a los servicios o unidades. Es mucho más amplio. Más completo y lo abarca todo.
El liderazgo enfermero nace y muere con cada uno de nosotros. Con nuestra experiencia, vocación y entrega. La misma que fue merecedora de aplausos, titulares y admiración, y que hoy se utiliza como arma arrojadiza para menoscabar nuestra labor.

¿Pero alguna vez no hemos estado aquí para nuestros pacientes? ¡Jamás!. Porque eso es ser líder. Agarrar las riendas de la situación, por difícil que pudiera ser, tomar decisiones sabiendo que el fracaso es la mejor herramienta para aprender, y entregarse a una lucha sin fin como la que observamos diariamente entre la vida y la muerte.

A todo esto y mucho más nos prepara este experto. A gestionar nuestro propio tiempo. A gestionar nuestras emociones. Aprendemos a usar nuestras herramientas, a no caer en la desazón de la rutina y de los problemas del día a día.

Y ¿cómo?, pensaréis. Pues a través de la vida, como en el colegio. Salvando un mar de lava sin perder a nadie de nuestro equipo. Jugando a las mímicas, a las adivinanzas o poniéndonos el mejor disfraz. Creando grupos de música que bien merecen un disco de oro. O viendo como nuestra felicidad crece al mismo ritmo que se eleva el “helium stick”. Juntos, sin pantallas ni auriculares que nos separen a los unos de los otros.
Un grupo de profesionales unidos por el deseo de formarse en un experto que trae ilusiones, novedades, aprendizaje, relaciones y momentos únicos. Para mí, esta es la felicidad de la “Vuelta al Cole”.

Jhonn Carlos Cruz Salcedo
Enfermero y periodista | + posts