El aprendizaje experiencial como estrategia formativa, clave en los talleres presenciales del Máster de posgrado en urgencias extrahospitalarias

10 de febrero de 2025

La semana pasada fue ajetreada en el Centro de Simulación Clínica de Fuden, ya que la décimo primera edición del Máster de Posgrado en Urgencias Extrahospitalarias llegaba a su tercera fase presencial, una de las más intensas y emocionantes.

En el Centro de Simulación Clínica de Fuden contamos con materiales de alta fidelidad para realizar estas prácticas, como maniquíes con pulso palpable y respiraciones con elevación torácica, y materiales que se pueden encontrar en cualquier hospital o ambulancia. La sinergia que este entorno simulado hace con nuestro equipo de instructores, que cuenta con una amplia experiencia profesional y en simulación, hace de estos talleres presenciales una herramienta esencial para la preparación de la práctica clínica en emergencias.

Durante tres días el alumnado del máster aplicó los conocimientos aprendidos en el campus virtual de Fuden. Estos conocimientos son indispensables para la formación en urgencias extrahospitalarias, ya que tratan procedimientos como los dispositivos de intubación, la reanimación cardiopulmonar (RCP), y la aplicación del Desfibrilador Semiautomático (DESA) o manual.

La secuencia que esta práctica sigue tiene una progresión lógica, ya que, en los primeros días, nuestras alumnas aprenden las técnicas que posteriormente aplicarán en la simulación avanzada o Megacode.

El primer día es para familiarizarse con el material y “ensuciarse las manos”. Es habitual vivir con estrés e inseguridad cuando nos enfrentamos a técnicas que las enfermeras no solemos hacer, como son la intubación orotraqueal. Es por eso que en el taller de vía aérea el alumnado aprende a intubar a maniquíes con una amplia variedad de dispositivos: tubos orotraqueales, tubos nasofaríngeos, Airtraq® o mascarillas laríngeas. La práctica de esta técnica comienza con unos bustos que tienen una vía aérea simulada, de hecho, si no se utiliza la longitud correcta de la pala, la intubación se dificulta, ya que no se consigue visualizar correctamente.

Todo esto se lleva a un plano práctico en el que se comienzan a introducir casos prácticos centrados en la vía aérea y sus complicaciones. Aquí, no solo se debe hacer una buena elección del dispositivo, sino que ya se entra en contacto con el equipo y las dinámicas interpersonales.

El segundo día, el alumnado se adentra de lleno en la parada cardiorrespiratoria y en su atención básica. El aprendizaje se centra en hacer una RCP al ritmo y profundidad necesarios y saber accionar el desfibrilador cuando se requiera. En la progresión de esta práctica, se llega a un terreno más especializado y emocionante, el Soporte Vital Avanzado. Aquí, nuestras alumnas tienen que aprender a reaccionar rápidamente a taquicardias malignas que llevan al paciente a la parada cardiorrespiratoria, a través del aprendizaje de sus algoritmos correspondientes. El objetivo es memorizar y clarificar los datos y las decisiones que deben tomar en cada momento.

El último día, todo lo aprendido se aúna en el Megacode, donde en un caso práctico dinámico nuestras aprendices deben tomar decisiones en torno a la situación clínica del paciente, en entorno de difícil acceso, trabajando en equipo y aplicando los conocimientos técnicos y relacionales adquiridos en los días anteriores.

El resultado de toda esta experiencia envolvente es la preparación para entornos reales a través de la experiencia simulada, controlada y con una reflexión crítica. La preparación para la práctica profesional se completa en todos los aspectos de una manera global, desde la pericia técnica, pasando por las habilidades sociales hasta la seguridad propia y en las personas que conforman el equipo.

En este taller presencial, que es tan importante para la formación de nuestro alumnado, se aplican los fundamentos del aprendizaje experiencial.

Etapas del aprendizaje experiencial

Las cuatro etapas que definen este aprendizaje experiencial (David A. Kolb, 1984) se caracterizan por no ser lineales, sino circulares y dinámicas. Esto significa que la progresión puede ser salteada y, además, que va a incrementar en nivel de conocimiento cada vez.

  1. Experiencia concreta: interacción inicial con la simulación y primeras emociones y experiencias.

Ejemplo: Durante una Parada Cardiopulmonar, mientras el DESA está cargando y antes de la descarga, se detiene la RCP.

  1. Observación reflexiva: aprendizaje de otras dinamizaciones y resolución de dudas con el equipo docente.

Ejemplo: El equipo docente recomienda detener la RCP lo mínimo posible y el alumnado lo aplica continuando el masaje mientras el DESA carga.

  1. Conceptualización abstracta: asimilación y consolidación de la información aprendida en la práctica y en la teoría.

Ejemplo: La persona encargada del desfibrilador inicia la carga antes de que se detenga la RCP y se tome el pulso al paciente, por lo que si es necesaria la desfibrilación, ésta es temprana.

  1. Experimentación activa: se aplica lo aprendido en la vida real donde surgen nuevas dudas y mejoras que son revisadas comenzando de nuevo el ciclo.

Ejemplo: En la vida real se aplican estos métodos para aplicar una desfibrilación temprana y disminuir las interrupciones de la RCP.

El debriefing como pilar fundamental del aprendizaje

Dentro de estas cuatro fases, el debriefing que el equipo docente realiza con el alumnado es un pilar fundamental para el aprendizaje. El debriefing es una evaluación final en equipo del estilo feedback de la práctica que se ha realizado e invita a sus componentes a expresarse, intervenir y comunicar. La perspectiva del debriefing se focaliza en un refuerzo positivo, no solo de los aspectos más técnicos de la práctica, sino también en otros aspectos relacionadas con la dinámica de equipo.

La profesión enfermera es exigente, sobre todo, en situaciones de emergencia, y requiere la implementación de conocimientos técnicos y no técnicos que determinan el éxito de la situación.

El componente emergente por definición no es panificable y la gestión emocional y de coordinación es difícil de entrenar antes de que suceda. Es por ello, que la simulación es tan valiosa, ya que nos permite analizar, reflexionar y pulir nuestra capacidad para reaccionar en entornos críticos y estresantes, una aptitud fundamental para la profesión enfermera, dentro y fuera de las emergencias.

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