5 cambios sorprendentes en las nuevas Guías de RCP de 2025 que debes conocer

Cambios guías AHA RCP

17 de noviembre de 2025

5 cambios sorprendentes en las nuevas Guías de RCP de 2025 que debes conocer

Cambios guías AHA RCP

17 de noviembre de 2025

Loira Fernández

Directora del Centro de simulación clínica de Fuden

La ciencia de salvar vidas está en constante evolución. Cada pocos años, los expertos en reanimación analizan las últimas investigaciones para refinar las técnicas que dan a los pacientes la mejor oportunidad de supervivencia. Este proceso culmina en la publicación de nuevas guías que pueden reforzar prácticas establecidas, pero también, a veces, desafiar lo que creíamos saber.

La American Heart Association (AHA) ha publicado sus guías de 2025 para la Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y la Atención Cardiovascular de Emergencia (ACE). Estos cambios van más allá de simples ajustes; desafían dogmas, como la idea de que una técnica prometedora debe adoptarse rápidamente o que la «maniobra de Heimlich» es siempre el primer paso. Nos obligan a preguntar: ¿está nuestro conocimiento actual realmente alineado con la mejor evidencia disponible?

Hoy os contamos cinco de los cambios más impactantes. Desde reevaluar una técnica prometedora hasta cambiar un procedimiento de primeros auxilios conocido por todos, estas actualizaciones son fundamentales tanto para los profesionales como para la población general.

1. La RCP con la cabeza elevada: ¿Por qué los expertos ahora piden precaución?

Una de las actualizaciones más notables es un llamado a la cautela sobre la RCP con la cabeza elevada. Las nuevas guías establecen claramente que no se recomienda el uso rutinario de la RCP con la cabeza levantada en adultos con paro cardíaco, excepto en el contexto de ensayos clínicos rigurosos.

Esta técnica, que implica elevar la cabeza y el tórax del paciente durante las compresiones, se ha estudiado como parte de un «paquete de medidas» diseñado para mejorar la perfusión cerebral. La teoría es que al elevar la cabeza se podría reducir la presión intracraneal y mejorar el flujo sanguíneo al cerebro.

Lo sorprendente de esta recomendación es que, a pesar de los prometedores beneficios teóricos, las revisiones sistemáticas de la AHA e ILCOR encontraron que la evidencia era de «certeza muy baja» y presentaba un «riesgo grave de sesgo». Esto ocurre a menudo en investigación: los estudios observacionales iniciales pueden ser propensos a variables de confusión que no se controlan, lo que lleva a resultados optimistas. Además, al estudiarse como un «paquete de medidas», es difícil aislar el efecto de la elevación de la cabeza por sí sola. Por ello, se necesitan ensayos controlados aleatorizados como estándar de oro antes de adoptar una nueva práctica de forma generalizada.

2. Más energía, menos riesgo: El nuevo enfoque para la fibrilación auricular

Para los profesionales sanitarios, las guías de 2025 introducen un cambio significativo en el tratamiento de la fibrilación auricular (FA). La nueva recomendación es utilizar un ajuste de energía inicial más alto, de al menos 200 Julios, para la cardioversión sincronizada de la FA con desfibriladores bifásicos (que administran la corriente en dos direcciones, siendo más eficientes que los antiguos monofásicos).

La lógica detrás de este cambio es sólida. La evidencia proviene de un robusto metaanálisis en red que incluyó a más de 3000 pacientes y demostró que las descargas de 200 J logran una tasa de éxito superior al 90% en todas las principales plataformas bifásicas.

Este es un cambio importante con respecto al enfoque anterior de «empezar bajo y escalar». Investigaciones posteriores no solo no encontraron una asociación entre energías iniciales más altas (hasta 360 J) y lesiones cardíacas, sino que revelaron que las descargas monofásicas de baja energía tenían una probabilidad significativamente mayor de provocar fibrilación ventricular. Esto replantea el nuevo enfoque como más seguro, no solo más eficaz, ya que requiere menos descargas y puede acortar el tiempo de anestesia.

3. El ABC de OVACE cambia: Primero golpes interescapulares, luego compresiones abdominales

Un cambio que afecta directamente a la población es la actualización del procedimiento para tratar la obstrucción de la vía aérea por cuerpo extraño en adultos. Las guías ahora recomiendan que, para adultos con obstrucción completa, los reanimadores realicen ciclos repetidos de 5 golpes interescapulares seguidos de 5 compresiones abdominales.

Esta recomendación se basa en estudios en adultos que mostraron que los golpes en la espalda se asociaban con mejores tasas de eliminación de la obstrucción y menos lesiones en comparación con las compresiones abdominales solas.

Esta actualización modifica fundamentalmente el enfoque de «primero la maniobra de Heimlich» que se ha enseñado durante décadas. El cambio es significativo porque la nueva secuencia está diseñada para ser más efectiva y ahora se alinea con las guías pediátricas existentes, creando un enfoque más consistente y basado en la evidencia para una emergencia común y potencialmente mortal.

4. «Fibrilación ventricular resistente»: Un diagnóstico más complejo de lo que parece

Para los proveedores de soporte vital avanzado, las guías introducen una distinción muy importante: no toda la fibrilación ventricular (FV) que persiste después de una descarga es igual. Los expertos ahora diferencian entre:

  • FV incesante:Un verdadero fracaso de la descarga para terminar la arritmia.
  • FV recurrente:La descarga termina con éxito la FV, pero esta reaparece poco después.

La evidencia indica que la FV recurrente es mucho más común (aproximadamente el 80% de los casos). Debido a esta ambigüedad, las guías proponen el término «fibrilación ventricular/taquicardia ventricular sin pulso (FV/TVSP) persistente» para los casos en los que la FV continúa después de ≥3 descargas, reemplazando etiquetas imprecisas como «resistente a la descarga».

Este no es un simple matiz terminológico; es un cambio de diagnóstico fundamental que replantea por qué falla la reanimación. Sugiere que, en muchos casos, el problema no es la potencia del desfibrilador, sino la inestabilidad eléctrica del corazón después de una descarga exitosa. Esta distinción es clave, ya que la FV recurrente podría beneficiarse más de fármacos estabilizadores del ritmo, mientras que la FV incesante podría requerir estrategias de descarga alternativas como el cambio de vector (CV) o la desfibrilación secuencial doble (DSD), cuya utilidad, según las guías, aún no se ha establecido.

5. Cuándo parar: Las reglas para finalizar la reanimación son ahora más claras

Tomar la decisión de terminar los esfuerzos de reanimación es uno de los momentos más difíciles para los equipos sanitarios. Las guías de 2025 proporcionan reglas de terminación de la reanimación (TOR) más específicas y validadas para ayudar a los equipos a tomar esta decisión en el entorno extrahospitalario.

Las guías describen diferentes reglas adaptadas al nivel de atención: la regla TOR de SVB (para reanimadores de Soporte Vital Básico), la regla TOR de SVA (para reanimadores de Soporte Vital Avanzado) y la regla Universal TOR (UTOR) para sistemas de respuesta escalonada donde ambos niveles de proveedores intervienen. La regla UTOR, por ejemplo, utiliza criterios como «paro no presenciado por el SEM», «ninguna descarga administrada» y «ningún retorno de la circulación espontánea (RCE)» para predecir la utilidad.

Este cambio promueve un uso justo de los recursos, minimiza los tratamientos médicamente ineficaces y proporciona un respaldo claro a los profesionales prehospitalarios.

Conclusión

Estos avances no son solo ajustes técnicos; representan una comprensión más profunda de la fisiología del paro cardíaco. A medida que la tecnología y la investigación avanzan, ¿qué cambios inesperados podríamos ver en las próximas guías y cómo seguirán redefiniendo nuestra capacidad para salvar una vida?

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