Experiencias en simulación que merece la pena compartir
Hace unas semanas participamos en el 28º congreso anual de la sociedad europea de simulación (SESAM). Un evento anual que este año se organizó en Lisboa y al que acudieron participantes de muchos países de Europa y de fuera de nuestro continente.
Es una cita obligada para todos lo que nos dedicamos a la simulación y necesitamos un espacio para compartir, aprender y conocer como desarrollan sus programas de aprendizaje mediante simulación en otros países.
En nuestro caso llevamos al congreso nuestro programa de Uso de paciente experto como paciente simulado en simulación de agitación psicomotriz. Un programa que Fuden ha desarrollado en colaboración con nuestro docente de formaciones de salud mental, Adolfo Ibañez.
Nuestro programa surgió de la necesidad de cambiar el prisma desde donde estábamos enfocando nuestra formación en salud mental. En el caso de la agitación psicomotriz, observamos que muchos de los alumnos que acudían a los cursos venían con ideas preconcebidas, miedos y que el estigma dirigía, en muchos casos, su actuación durante el abordaje a un paciente que sufre agitación.
Al empelar simulación en la formación, el alumno debía enfrentarse a sus miedos y a los mitos que acarreaba sobre el tema. El realismo de la simulación, realizada con actores profesionales como pacientes simulados, ayudaba a aflorar el estigma y debatirlo en los debriefings, pero no era suficiente. Por lo que decidimos ir un paso más allá.
El paciente experto o paciente activo viene empleándose desde hace ya más de 20 años como pieza clave en el manejo de las enfermedades crónicas. Suelen ser pacientes competentes en el manejo de su enfermedad que ayudan a otros pacientes a autogestionarse y a conocer mejor su patología y cómo afrontarla. Su uso en salud mental es limitado, aunque va proliferando.
Sin embargo, pocas veces se ha empleado como activo en la formación de personal sanitario. Si queremos cambiar el enfoque a una atención centrada en la persona esta debe ser parte activa, también, de la formación a los sanitarios que van a atenderle.
Paciente experto como paciente simulado
Por eso, en nuestro centro de simulación clínica decidimos emplear una nueva figura, la del paciente experto como paciente simulado que pretende aunar los beneficios del uso de un paciente simulado en una simulación de habilidades interpersonales y de la implicación del paciente experto en el proceso de aprendizaje.
Para ello se desarrolló el programa de paciente experto como paciente simulado en salud mental de Fuden. Donde un paciente con patología psiquiátrica en situación de estabilidad, tras un entrenamiento participa de forma activa en todo el proceso.
Ayuda en la planificación y desarrollo de los escenarios aportando realismo a los casos, durante la simulación hace su papel como paciente simulado y también participa en parte del debriefing posterior como educador asociado.
Seguridad del paciente experto
Uno de los temas que más nos preocupaba de este programa era la seguridad del paciente experto.
Para ello, se establecieron una serie de medidas. Desde la captación, estableciendo como requisito que el individuo debe tener una patología psiquiátrica en una situación estable de enfermedad sin síntomas activos. Antes de empezar el proceso y durante el mismo se establecen una serie de entrevistas con un profesional de salud mental y se pasan escalas validadas de ansiedad. Así mismo, se recomienda al paciente consultar con su terapeuta la idoneidad de la participación en esta actividad.
La experiencia, aunque de momento lleva poco tiempo, está siendo muy buena, tanto para los alumnos como para el paciente experto e instructores. A raíz de la misma se decidió diseñar un estudio sobre el efecto de este programa sobre el estigma de los participantes en el curso que se desarrollará en el próximo curso.
