La segunda presencial del Máster de Simulación y Entrenamiento Clínico se celebró el 3 de diciembre, y estuvo completamente dedicada a uno de los pilares más potentes (y a menudo menos visibles) de la simulación clínica: el debriefing.
Un día intenso, estructurado y profundamente experiencial, en el que los estudiantes no solo aprendieron sobre debriefing… sino que lo vivieron desde dentro.
Bienvenida y alianza de equipo
Comenzamos la mañana creando un espacio seguro, fundamental para cualquier proceso de reflexión profunda. La alianza de equipo marcó el tono del día: confianza, respeto, escucha y apertura a la experiencia.
Defusing emocional: preparar la mirada
Antes de entrar en metodología, trabajamos sobre las emociones.
A través de un defusing, los estudiantes exploraron cómo las emociones influyen en la facilitación, en la comunicación y en la capacidad de analizar una simulación.
Porque quien guía un debriefing también debe saber autorregularse, reconocer su propio estado emocional y entender qué lleva a la sala cuando se sienta frente al grupo.
Mañana de talleres: tres formas de mirar un escenario
Durante toda la mañana los participantes rotaron por tres talleres de debriefing, cada uno centrado en un modelo distinto
Modelo Plus-Delta
Una herramienta sencilla y visual para identificar lo que funcionó y lo que puede mejorar. Perfecta para empezar a estructurar la mirada sin perder espontaneidad.
Feedback con checklist
Un enfoque más objetivo, basado en estándares y evidencias. Útil para debriefings de habilidades técnicas o escenarios con competencias muy definidas.
Modelo Indagación – persuasión
Un modelo que profundiza en la reflexión y ayuda a descomponer la experiencia en elementos clave. Ideal para trabajar sobre pensamiento crítico y razonamiento clínico. Cada grupo tuvo la oportunidad de practicar, equivocarse, observar, recibir retroalimentación y volver a intentarlo. Aprendizaje experiencial en estado puro.
Conceptualización del debriefing: de la práctica a la teoría
Tras las prácticas, llegó el momento de conectar la experiencia vivida en los talleres con el marco conceptual.
Los facilitadores revisamos las bases del debriefing eficaz: modelos, fases, objetivos, tipos de preguntas, gestión emocional, silencios, sesgos del facilitador y seguridad psicológica, entre otras muchas cosas.
Fue una sesión clave para unir práctica y teoría, y entender que el debriefing es una competencia compleja, que requiere técnica, sensibilidad y entrenamiento continuado.
Tarde de casos reales: debriefing + metadebriefing
La tarde estuvo dedicada a la facilitación completa de escenarios, donde los participantes no solo realizaron debriefings… sino que también recibieron un metadebriefing por parte del facilitador.
Cada grupo rotó por cuatro casos diferentes, cada uno con desafíos específicos que pusieron a prueba la adaptación, la escucha y la capacidad de guiar reflexiones profundas.
El metadebriefing permitió a los estudiantes analizar su propio desempeño como facilitadores: cómo formularon preguntas, cómo manejaron las emociones del grupo, qué decisiones tomaron y qué impacto tuvo su estilo de facilitación.
Un cierre lleno de reflexión y propósito
Finalizamos el día con un espacio de cierre colectivo, integrando aprendizajes, sensaciones y retos para la tercera presencial. El grupo se llevó una idea muy clara: La simulación no termina cuando acaba el escenario. El verdadero aprendizaje comienza cuando lo analizamos juntos.
Esta segunda presencial ha sido un paso clave en el camino hacia convertirse en facilitadores capaces, sensibles y conscientes. Porque en simulación, igual que en la práctica clínica, no se trata solo de lo que hacemos, sino de cómo pensamos sobre lo que hacemos.
