Nieves Márquez Abraldes, antigua alumna del Experto de Cooperación Internacional para Enfermería:
“La cooperación me ha enseñado que los cuidados son la base del bienestar de la persona y que el desarrollo de los cuidados interculturales es el futuro”. Así define su perfil profesional Nieves Márquez Abraldes, enfermera responsable de Fuden Cooperación Enfermera. A esta reflexión llegó tras cursar el Experto Universitario de Cooperación Internacional para Enfermería. Nieves se formó en la segunda edición del postgrado, entre 2016 y 2017. Le hemos pedido que comparta su experiencia en el blog de la Escuela.
Nieves, ¿por qué hiciste el experto?
Entonces, colaboraba con la asociación África Sawabona, integrada por profesionales sanitarios, todos voluntarios y dedicada a la asistencia sanitaria en Kedougou, una región de Senegal, donde prestamos asistencia sanitaria y formamos agentes comunitarios y ayudantes de matronas. Aún hoy sigo siendo voluntaria. El caso es que me propusieron responsabilizarme de la selección de personal y la gestión administrativa. Necesitaba adquirir conocimientos sobre estos temas en el ámbito de la cooperación. Busqué cursos y encontré la propuesta de Fuden, que se adaptaba a la perfección a lo que yo necesitaba.
Empecé la formación con mucha ilusión. Llevaba muchos años queriendo entrar en el mundo de la cooperación. Recuerdo, y me llamó mucho la atención, el primer módulo sobre derecho internacional, derechos humanos, las declaraciones de Naciones Unidas… A pesar de que es un material denso y era una temática nueva para mí, descubrí que me encantaba todo el marco teórico en el que se fundamenta la cooperación. Comencé a leer y cada vez me atrapaba más…
También recuerdo muy bien las prácticas en la oficina de Fuden. Este es uno de los aspectos en los que ha mejorado el experto. Yo estuve unos días con un caso práctico, mientras que ahora se ha producido un salto cualitativo. En la edición actual, los alumnos tendrán la oportunidad de realizar un taller de una semana en la sede de la Fundación, con una programación didáctica, una metodología y la formulación de su propio proyecto, que tienen que defender… Considero que es un aprendizaje que ha avanzado mucho.
En cuanto a las prácticas en terreno, yo pude convalidarlas, pero no lo hice. Quería vivir la experiencia, plasmar la teoría en algo práctico. Elegí colaborar con las familias vulnerables de la asociación ICEAS, en Puente de Vallecas, Orcasitas y Pan Bendito, en Madrid. Fue impactante, pues yo vivía entonces cerca y descubrí que a dos calles de distancia de mi residencia había familias pasándolo muy mal. Poder trabajar con ellos fue muy gratificante.
El Experto de Cooperación de Fuden te hace como una chispa para introducirte en la cooperación. Te deja ver que no es una utopía… La gente se da cuenta de lo que realmente es la cooperación… Sirve para eliminar mitos y romanticismos. Nuestro trabajo, como enfermeras expertas, es acompañar y asesorar, siempre en horizontal, nunca en vertical…
Ahora que lo analizas desde la distancia y con tu experiencia como enfermera cooperante, ¿qué te aportó el Experto?
Nada más terminar, me encontré que necesitaba más conocimiento en el campo de la cooperación. Una vez lo terminé, realicé otra formación como técnico de proyectos en otra institución. Tenía teoría y necesitaba más práctica. Además, pedí a Fuden realizar voluntariado, pues quería conocer el día a día de un departamento de cooperación. Me abrieron las puertas y esto me permitió llegar al día de hoy, en el que formo parte del departamento de cooperación.
¿Cómo ha cambiado el Experto en Cooperación en estos últimos años?
Pues se nota la experiencia de la institución con este experto, todo el rodaje de estos años, la incorporación de docentes expertos en la materia, la mejora de los procesos, la metodología docente establecida… Hemos ganado en diversidad con las prácticas, que permiten trabajar con personas migrantes gracias a la Salud Entre Culturas, por ejemplo. Sin olvidar, claro está, a los colectivos vulnerables gracias a ICEAS o la experiencia en el terreno en República Dominicana y Paraguay. Además, hemos ampliado el enfoque de los cuidado, lo hemos hecho transcultural… Hemos introducido en las prácticas la metodología de Aprendizaje Servicio, que permite al alumnado participar en proyectos reales, contribuyendo con sus aportaciones propias.
Cuéntanos, Nieves, desde tu experiencia, ¿qué oportunidades laborales puede abrir el experto?
A día de hoy, considero que el colectivo de enfermería tiene mucho desconocimiento sobre todas las oportunidades laborales que se le pueden presentar. Tenemos muchos campos por explorar y uno de ellos es el de la cooperación. Hay pocas enfermeras que se dedican a la cooperación al desarrollo. No estoy hablando de la ayuda humanitaria, que es muy diferente y se trata solo de acciones más puntuales. Creo que las enfermeras aún no somos conscientes de la importancia de nuestro papel y de la aportación que podemos hacer. Es más, ni si quiera las propias instituciones enfermeras son conscientes, ni las ONG… Siempre se nos supedita al ámbito asistencial. Esto tiene que cambiar. Tenemos que trabajar desde la base, con las universidades y centros formadores. Todos tenemos una responsabilidad a la hora de mostrar a los estudiantes de enfermería las posibilidades que tienen en distintos campos laborales, no solo el asistencial: la propia cooperación y también el liderazgo, la investigación…
En el experto, ¿cuál es tu función?
Soy la coordinadora y tutora de prácticas, responsable de la coordinación desde nuestra sede en Madrid con República Dominicana y Paraguay. Esto lo hago con la ayuda del equipo de cooperación. Cuando marchan al terreno, siempre les digo a las enfermeras que sean como un lienzo en blanco y se dejen pintar por la cultura en la que se van a sumergir. Ya sé que es difícil dejar atrás el etnocentrismo, los prejuicios… Es inevitable, pero sí tenemos que evitar juzgar a las personas con las que nos vamos a encontrar. No conocemos sus historias… Tienen que dejarse llevar por cuanto van a ver y vivir. Tienen que ser bondadosos con ellos mismos, porque van a afrontar muchos debates morales y éticos… La cooperación te remueve por dentro, pero debes que darte tu tiempo y no enfadarte con el mundo…
Esta realidad, Nieves. ¿cuándo la descubriste tú?
Fue poco a poco. Yo he pasado por muchas fases, como la del enfado con el mundo, con las situaciones e injusticias que ves en el terreno. Me he preguntado el porqué de muchas realidades. Nadie va a salvar el mundo. No somos héroes. Somos personas como cualquiera otras. Somos un granito de arena y simplemente podemos acompañar y aprender mucho de las personas y las culturas que te encuentras. Pero es difícil llegar a estas conclusiones. Es verdad que el Experto de Cooperación de Fuden te hace como una chispa para introducirte en la cooperación. Te deja ver que no es una utopía… La gente se da cuenta de lo que realmente es la cooperación… Sirve para eliminar mitos y romanticismos. Nuestro trabajo, como enfermeras expertas, es acompañar y asesorar, siempre en horizontal, nunca en vertical… Las enfermeras tenemos cualidades como la observación. Aunque no nos damos cuenta, las adquirimos en el grado. Las vamos explotando profesionalmente y no sabemos que es uno de nuestros fuertes… Tenemos desarrollada la empatía… Ya llevamos mucho trabajo adelantado. A nivel de cuidados, tenemos la herramienta de la educación para la salud. Podemos empoderar a las personas para que alcancen un autocuidado adecuado. Es algo brillante de nuestra profesión, pues logras que las personas puedan cuidar de su salud por sí solas. Esto va a mejorar su nivel de vida, el de su familia e incluso su comunidad. Todo esto es lo que pone en orden el Experto de Cooperación Internacional para Enfermería de Fuden.