“Sí, voy a seguir estudiando y no voy a parar nunca. Eso es ser enfermera”

Testimonio de Noelia García, enfermera, sobre el Experto en el cuidado integral del paciente respiratorio

Cuando mi supervisora me entrego los uniformes azules de enfermera, me sentí como cuando me dieron a mis bebés por primera vez y los tuve entre mis brazos, no lo podía creer. Tanto esfuerzo, lágrimas y lucha, por fin, tenían recompensa. Empecé a trabajar en el Hospital del Tajo de Aranjuez y decidí no parar ahí.

Empecé el Experto universitario de enfermería en el cuidado integral del paciente respiratorio.

Con la ilusión de cada peldaño nuevo, convencida en formarme para ser cada día mejor en mi trabajo, escuchando otra vez… ¿Pero vas a seguir estudiando??

Sí, voy a seguir estudiando y no voy a parar nunca. Eso es ser enfermera.

A los nuevos compañeros que quieran apuntarse al Experto, les recomiendo que lo cuiden a diario, como a una «plantita».

Está diseñado para leer una o dos hojas cada día. Yo marcaba las páginas para saber cuántas había en cada bloque y distribuirlo mejor.

No lo dejéis para la última semana porque sorprende que hay que estudiar bastante.

Una vez que le coges el tranquilo se lleva bien. Los apuntes son geniales, muy bien elaborados y hechos por enfermeros para enfermeros. Eso se agradece muchísimo. Los profesores siempre están disponibles para ayudarte, responden muy rápido. Las clases virtuales son muy buenas. Yo las veía varias veces, al no poder asistir de manera presencial, el vídeo tan bien explicado es la mejor alternativa. Y el TFE también se tiene que llevar al día… ¡Es lo que hay!

Mi consejo; llévalo al día y, si te atascas, pide ayuda al tutor. ¡Disfrútalo! Los cuidados son lo que nos hacen diferentes y la forma de perseguir la excelencia.

Cuándo y por qué decidí ser enfermera

Tengo dos hijos pequeños; el mayor tiene una enfermedad hematológica crónica, que se manifestó cuando tenía cuatro añitos, y, a razón de su enfermedad, decidí estudiar enfermería, pero mientras estudiaba no podía dejar de sentirme culpable por tener que dejarlos para intentar cumplir mi sueño; aunque sabía que todo esfuerzo era para, algún día, darles un futuro mejor.

Conseguí terminar la carrera a pesar de todas aquellas personas que llegaron, incluso, a llamarme “mala madre” por dejar a los niños. Algunas de esas personas, eran de las que se suponía que tenían que quererme y cuidarme. Hasta luchando con el estigma de haber nacido en otro país como si dejarlo todo no fuera ya demasiado duro.

Cuando terminé también fueron muchos los que no lo podían creer, incluso, yo misma.

Recuerdo que al enviar de manera virtual el trabajo final de grado dije: «Terminé». Llamé a mis niños, los abracé, empezamos a llorar los tres juntos y nos fuimos a tomar algo para celebrarlo.

Me sentí invencible.

“Siéntete orgullosa de ser enfermera”

De mi experiencia vital, sólo puedo decir que sigas luchando, demuéstrate a ti mismo que vales, que puedes. Lo que piensen los demás es su problema.

Siéntete orgullosa de ser enfermera, a pesar de los contratos que nos hacen. Ahora estoy buscando trabajo, tal vez trabaje en una residencia con un sueldo paupérrimo, pero sigo luchando.