Cada 18 de diciembre, el Día Internacional del Migrante nos invita a reflexionar sobre una realidad que atraviesa nuestra sociedad y sistema sanitario.
La experiencia de migrar sigue estando, en muchas ocasiones, marcada por el racismo, la discriminación y los discursos de odio. Migrar es un proceso complejo que impacta en todas las esferas de cada persona, especialmente en contextos de desigualdad, precariedad o violencia.
Para muchas personas migrantes, el sistema sanitario es uno de los primeros espacios de contacto a nivel institucional y, en muchas ocasiones, también es uno de los primeros lugares donde se manifiestan prejuicios, barreras y exclusión.
Una realidad que exige respuesta
Los delitos de odio han aumentado significativamente en los últimos años. En España, el racismo y la xenofobia se encuentran a la cabeza, con un alto porcentaje que no llega a denunciarse. Esta infradenuncia es más frecuente entre personas migrantes, que temen represalias, desconfían de las instituciones o desconocen sus derechos.
La falta de formación específica, los sesgos inconscientes y el desconocimiento sobre los delitos de odio pueden convertirse en barreras que dificultan el acceso a una atención equitativa y de calidad. Estas situaciones afectan con especial intensidad a mujeres migrantes, personas LGTBIQ+, personas con discapacidad o en situaciones administrativas precarias, donde las desigualdades se entrecruzan y refuerzan.
El papel transformador de los cuidados
A pesar de contar con marcos normativos y estrategias públicas, la respuesta sanitaria frente a la discriminación sigue siendo desigual. La ausencia de protocolos claros y de una formación se convierten en obstáculos a la hora de actuar como entornos seguros.
Sin embargo, el potencial de transformación es enorme. Los y las profesionales sanitarias, por su cercanía y contacto continuo con la población, pueden convertirse en agentes clave para visibilizar la discriminación, detectar situaciones de vulneración de derechos y ofrecer una atención basada en la equidad y el respeto.
Cuidar sin prejuicios
En el Día Internacional del Migrante, recordamos que el acceso a la salud es un derecho humano. Cuidar sin prejuicios es nuestra responsabilidad, y es una condición imprescindible para construir sistemas sanitarios más justos, inclusivos y comprometidos con la dignidad de todas las personas.
Migrar no debería implicar miedo ni exclusión. Y los cuidados, cuando son verdaderamente inclusivos, pueden ser una poderosa herramienta de protección y reparación.
Fuentes:
- Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC). https://www.semfyc.es/actualidad/el-papel-esencial-de-la-atencion-primaria-en-la-salud-migrante-cuidar-comienza-al-acoger
- Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (Oberaxe). Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
- El impacto del racismo en España. Ministerio de Igualdad. https://igualdadynodiscriminacion.igualdad.gob.es/wp-content/uploads/2025/03/El_impacto_del_racismo_en_Espana_Accesible.pdf



