Seguridad del paciente. Caminando juntos

Sep 17, 2024

El concepto de seguridad del paciente, aunque pensemos lo contrario, se remonta al principio de nuestra civilización. Se basa básicamente, en el principio hipocrático de Primium Non Nocere, que se traduce como: “Lo primero es no hacer daño”.

Esta mínima rige, o debería regir, todo acto sanitario, ya que, recordemos, estos no están exentos de riesgos.

Pero ¿qué ocurre cuando la asistencia sanitaria es mucho más compleja, que el acto en sí del profesional sanitario, cuyo principio hipocrático cumple a rajatabla? Pues que aparecen los errores, los eventos adversos y las consecuencias, en muchas ocasiones, irreversibles.

Hoy en día, los sistemas sanitarios son máquinas tremendamente complejas, con un engranaje que requiere de una organización y administración precisa. Y cuyo correcto funcionamiento, requiere de unos mecanismos que velen por la seguridad en todos los ámbitos, pero de forma inicial del paciente.

¡Diagnósticos correctos, pacientes seguros!

Este año 2024, en el Día Mundial de la Seguridad del Paciente, el lema lanzado por la OMS es: ¡Diagnósticos correctos, pacientes seguros!, poniendo de relieve la importancia de mejorar el diagnóstico, para mejorar la seguridad del paciente.

Como comentaba al principio del post, y debido a que la atención cada vez es más compleja, el componente humano individual se convierte en otro factor que, junto a otros, desencadena consecuencias cuanto menos indeseables. Dejando así en evidencia una serie de deficiencias sistémicas, que terminan con el peor resultado y que, en su totalidad, podrían haberse evitado.

Es importante remarcar que más del 50% de los errores están relacionados con el factor humano y la mayoría de ellos son evitables.

Y es que como dijo Chantler en 1999: «La medicina, que en el pasado solía ser simple, pero poco efectiva y relativamente segura, en la actualidad se ha transformado en compleja, efectiva, pero potencialmente peligrosa»

Pongamos algunos datos sobre la mesa:

  • 1 de cada 10 pacientes resulta dañado cuando recibe atención de salud y, cada año, más de 3 millones de personas fallecen como consecuencia de ello.
  • Más de la mitad de estos daños (es decir, en uno de cada veinte pacientes) se pueden prevenir, y la mitad se debe a medicamentos. 
  • Se ha calculado que, cada año, los daños causados a los pacientes reducen hasta en un 0,7% el crecimiento económico mundial, y sus costos indirectos equivalen anualmente a varios billones de dólares estadounidenses. 

Estos datos reflejan la necesidad de establecer mecanismos de prevención, que eviten llegar a estas situaciones, y dejar de poner el foco en el error individual. Es importante, por tanto, un cambio de cultura de la seguridad, para pasar de la cultura punitiva, del “quién ha cometido el error”, a analizar las brechas existentes en el sistema, que permitan eliminar o mitigar los riesgos.

No podemos mejorar la salud de los pacientes sin los pacientes

Son las instituciones las que deben velar por aportar soluciones a los errores, es este caso y tal como defiende el lema de este año en el Día Internacional de la Seguridad del Paciente, concretamente de diagnóstico.

Fomentar entornos laborales de calidad, así como dotar de las herramientas necesarias para garantizar diagnósticos precisos y ajustados al tiempo. Fomentar en los trabajadores actualizaciones de sus competencias de forma continua y principalmente, apoyarse en los pacientes, haciéndoles partícipes de su propia salud, escuchándoles e integrándoles en el proceso (fomentar entornos laborales seguros donde se puedan analizar y compartir los errores, así como dotar a los profesionales de las herramientas necesarias para aplicar la mejor evidencia disponible).  Y es que en la campaña anterior de 2023 de la OMS, se abogaba precisamente por eso, por tener en cuenta a los pacientes, una campaña cuyo lema era “Demos voz a los pacientes” .

Un correcto diagnóstico no depende de un solo profesional de forma individual, es importante tener interiorizado que se trata de un esfuerzo conjunto y que cada una de las partes tiene su papel. Dejar de lado la visión paternalista desde la que muchas veces se aborda la atención a los pacientes es primordial para integrar este hecho, no podemos mejorar la salud de los pacientes sin los pacientes. Y es que la salud es un proceso complejo en sí, que no depende únicamente de un factor o de un hecho, es un estado holístico en constante cambio, en el que la integración del propio protagonista, el paciente, hace que se ponga el foco en la persona como un todo, con sus componentes fisiológicos, sociales y económicos.

La enfermería como agente de cuidados debe adoptar una visión integrativa que recoja y valide a los pacientes. Se trata de un paradigma de mejora continua, de escucha activa y es que, como decía L. Leape: “la seguridad del paciente no es un destino, es un viaje”

Fuentes:

  1. Organización Mundial de la Salud. (2023). Seguridad del paciente. Recuperado el 19 de septiembre de 2024 de: https://www.who.int/es/health-topics/patient-safety#tab=tab_1
  2. Slawomirski, L. y N. Klazinga (2022), «La economía de la seguridad del paciente: del análisis a la acción», OECD Health Working Papers , No. 145, OECD Publishing, París.Doi: https://doi.org/10.1787/761f2da8-en
  3. Panagioti M, Khan K, Keers RN, Abuzour A, Phipps D, Kontopantelis E, Bower P, Campbell S, Haneef R, Avery AJ, Ashcroft DM. Prevalence, severity, and nature of preventable patient harm across medical care settings: systematic review and meta-analysis. BMJ. 2019 Jul 17;366:l4185. doi: https://doi.org/10.1136/bmj.l4185
  4. Hodkinson A, Tyler N, Ashcroft DM, Keers RN, Khan K, Phipps D, Abuzour A, Bower P, Avery A, Campbell S, Panagioti M. Preventable medication harm across health care settings: a systematic review and meta-analysis. BMC Med. 2020 Nov 6;18(1):313. doi: https://doi.org/10.1186/s12916-020-01774-9

Entradas recientes