El efecto péndulo
Recientemente hemos asistido a dos de las oposiciones más grandes que había sobre el tablero nacional de los procesos selectivos de Sanidad. Hablamos de las OPEs de enfermería de Andalucía y de Castilla y León. Estas dos oposiciones eran de las más temidas, pues sus precedentes más recientes invitaban a imaginar un examen de complejidad alta en ambos casos.
¿Qué es lo que ha sucedido en ellas? Pues, realmente, ha sucedido lo esperado. Ambas pruebas se han comportado como ejercicios de complejidad media-alta, siguiendo la línea de sus anteriores convocatorias, pero amortiguando ligeramente el grado de dificultad ya que nos hallamos en una tendencia de estabilización a nivel nacional impuesta por los designios de la Unión Europea.
Vaya, explicado según las claves del párrafo anterior, no parece tan complejo adivinar cómo va a ser un examen, ¿no? Si suelen ser difíciles en una Comunidad Autónoma, serán difíciles nuevamente. Si son fáciles, esperaremos algo similar; ¿es así? Bueno, digamos que es un buen punto de partida, pero no abarca todas las variables.
No nos extenderemos demasiado en los detalles profundos de cómo se analiza y predice el desarrollo de una oposición futura, pero sí nos gustaría aportaros una idea interesante: el efecto péndulo.
Como tal vez hayas imaginado, el efecto péndulo es el nombre que recibe el fenómeno que sucede a un operario que, trabajando en altura, pierde el equilibro y oscila de un lado para otro suspendido por su cuerda de seguridad y arnés.
Vale, fenomenal. ¿Y esto qué tiene que ver con una oposición de sanidad? Pues verás, al igual que hay Comunidades que son coherentes con sus ejercicios, que siguen una línea de acción, unos objetivos y que elaboran los exámenes de manera equilibrada (aunque sean difíciles), existen otras Comunidades que parecen ir de un lado al otro del espectro de la dificultad, rebotan de lo fácil a lo difícil, se pasan una vez y se quedan cortos en la siguiente. Son, de algún modo, como un niño probando a lanzar una pelota a un cesto: les cuesta horriblemente hacer dos lanzamientos similares y bien orientados; si el primero se queda muy corto, ya sabes que la siguiente pelota irá directamente contra la pared.
Factores que pueden ayudarnos a imaginar la dificultad de un examen de oposición
¿Se puede saber quién padece el efecto péndulo antes de caer en sus garras? Pues no del todo, pero sí hay factores que deberían empujarnos a sospechar. Por un lado, están los objetivos políticos de una Comunidad. Ya sea por convencimiento o por imposición, si una Comunidad se ve forzada a regularizar situaciones anómalas de trabajadores podría sentirse tentada a dar un volantazo en sus tendencias habituales y promover un ejercicio conservador donde se beneficie a perfiles veteranos. Del mismo modo, en un clima de estabilidad política y pleno empleo (dos animales mitológicos en España), sería más esperable que se aventurasen a proponer ejercicios más controvertidos donde el resultado pueda favorecer a perfiles más noveles.
Por otro lado, encontramos las implicaciones que pudiera tener su oposición anterior. Si la anterior OPE supuso algún tipo de quebranto para la Administración (números catastróficos de suspensos, exámenes absurdos, filtraciones, notas generales próximas al 10, etc.) es muy probable que la Administración se encuentre más cerca del efecto péndulo. Si eso lo combinamos con unas bases de examen claramente diferentes a la prueba anterior, las posibilidades pendulares se multiplican exponencialmente.
Este tipo de tendencias hay que intentar leerlas siempre con un margen de incertidumbre amplio y siendo conscientes de que es una simple predicción; no obstante, es curioso ver cuánto coincide el patrón de actuación de muchas Consejerías con este escenario tan poco alentador. Si quien debe regir las normas del juego, un día piensa en sencillo y al siguiente en imposible, ¿sabe realmente lo que está haciendo?
La respuesta sencilla es exactamente la que estás imaginando; la respuesta compleja es que ahora que conoces estos detalles, tu único objetivo es dar con un análisis sensato y blindar tu mente de pensamientos intrusivos que puedan hacerte perder el foco de tu objetivo. Puede que una OPE sea injusta, pero si has decidido prepararte debes aprender a desempeñarte en ese escenario.
Puede que ellos no sepan lo que están haciendo: tu única garantía es que sí lo sepas tú.