Patricia Rebollo
Docente CSC de Fuden acreditada en simulación
Primer curso de instructores en simulación clínica
La simulación clínica ha venido para quedarse consolidándose como una metodología docente centrada en el alumno y basada en su propia experiencia. Desde la Fundación para el Desarrollo de la Enfermería estamos convencidos de esta realidad y desde el Centro de simulación clínica abrimos nuestras puertas para que cualquier enfermera pueda entrenarse y conectar con la necesidad de aprender de los errores.
Con estas premisas, no solo queríamos mejorar la formación que ponemos a vuestro alcance, si no también aprovechar nuestra capacidad como organización para que sean los tutores y docentes quienes se entrenen como facilitadores y/o instructores en simulación. Por este motivo, la pasada semana nos estrenamos en este proceso y realizamos el primer curso de instructores en simulación clínica.
16 valientes se atrevieron a iniciarse en este camino con sus mochilas cargadas de conocimiento, experiencia y, sobre todo, con ganas de compartir y sumar los unos de los otros. Nos hemos conocido a través de dinámicas de equipo, dejando de ser un grupo de personas que venían juntas a un curso de instructores para convertirse en profesionales que reman juntos por un objetivo común. Les daba vergüenza sí, tenían miedo, también, pero cuando todos esos sentimientos comenzaron a difuminarse, comprendieron que, para poder entrenarse y desarrollar todo el potencial de los alumnos a los que acompañan, es necesario e indispensable crear un entorno seguro, una burbuja de aprendizaje donde tengamos la confianza de ser cómo somos, de permitirnos equivocarnos para que juntos reflexionemos en cómo podemos mejorar. Y en este camino, casi de autodescubrimiento, nos hemos ido conociendo los unos a los otros indagando y teniendo curiosidad por el mapa mental de cada uno de los integrantes del equipo. Fue sorprenderte ver cómo formadores que, aparentemente, no tienen nada en común, de repente, descubren que les gustaba el mismo helado cuando eran pequeños, descubren que un desconocido es capaz de transmitirles muchas cosas conversando y compartiendo su mayor orgullo. Fijaos, solo escuchándose de verdad durante 5 minutos fueron capaces de describirse con un adjetivo de los cuáles las palabras valiente, resiliente, responsable conformaron un gran marco para poder empezar a trabajar.
La simulación realidad, el debriefing como necesidad.
Intentamos mostrarles el significado y el alcance de la simulación, pero desde el prisma de ser una metodología docente, de ser casi una necesidad en la actualidad y que serán ellos quienes lo hagan realidad. Descubrieron también la importancia de la sesión posterior a la simulación: el debriefing, la parte más importante, donde el alumno guiado por el facilitador reflexiona sobre la experiencia vivida con el objetivo de encontrar aplicabilidad en su día a día. Y lo más difícil, conseguir un cambio en su manera de actuar que persista en el tiempo.
Una vez comprendidos estos conceptos era momento de que fueran ellos quienes se vieran dirigiendo una simulación y un debriefing posterior. A este gran reto su respuesta fue sí y, desde luego, afrontaron y lograron como equipo superar con creces el reto.
Desde aquí no quiero dejar de lado la oportunidad de daros las gracias a todos y cada uno de los participantes de esta edición, por tiraros al vacío con nosotros, por poner toda la carne en el asador y como bien decías “darlo todo”. Veníamos a jugar y jugamos. Veníamos a compartir e hicimos muchos más que eso.
Gracias por todo.