Descripción
A lo largo de la vida de la mujer se producen una serie de eventos que pueden afectar a su salud pélvica. El embarazo, el parto, el postparto, la menopausia, etc., son factores de riesgo para la aparición de las distintas disfunciones del suelo pélvico. Por ejemplo, se ha observado que de 3 a 6 meses después de un parto vaginal, un 33% de las mujeres padecerá incontinencia urinaria, un 10% incontinencia fecal y un 1% prolapso genital. El embarazo y el parto también repercuten sobre la esfera sexual de la mujer. Por otra parte, se estima que la mitad de las mujeres de 50 años padecen algún tipo de disfunción del suelo pélvico. Este tipo de disfunciones afectan no sólo a las pacientes que las sufren sino también a la familia y al entorno que las rodea, aumentando el impacto de las mismas.
Cada vez es mayor el número de mujeres que buscan ayuda de un fisioterapeuta para afrontar eventos vitales tales como el embarazo, el parto, el posparto o la menopausia. La actuación del fisioterapeuta puede ayudar a paliar, curar o prevenir los signos y síntomas derivados de las disfunciones del suelo pélvico.
El papel del fisioterapeuta es fundamental para orientar a la mujer embarazada sobre el tipo y la cantidad de ejercicio que debe realizar durante el embarazo para poder prepararse de la mejor manera para el parto y así poder evitar los problemas que pudieran aparecer durante el mismo. Después del parto, el fisioterapeuta aporta sus conocimientos para resolver o minimizar los problemas derivados del mismo. También es fundamental el papel del fisioterapeuta durante la menopausia, para prevenir o tratar las disfunciones del suelo pélvico y para orientar a la mujer sobre el ejercicio físico más adecuado para prevenir otro tipo de problemas.
En todos y cada uno de los momentos críticos en la vida de una mujer será necesario, aparte del ejercicio físico general, el entrenamiento de la musculatura del suelo pélvico y el trabajo abdominal armónico. Por todo ello, es necesario que el fisioterapeuta esté familiarizado con los cambios que se producen en dichos momentos de la vida de la mujer, con el tipo de ejercicio físico más adecuado a sus necesidades y con el tratamiento fisioterápico ginecológico y obstétrico indicado para la disfunción o disfunciones del suelo pélvico que la mujer presente.