Quizás para muchas de nosotras el término enfermera de práctica avanzada nos resulte lejano e incluso desconocido en cuanto a su recorrido y significado. Cuando empecé a profundizar en el tema, me sorprend todo el camino que aún tenemos por recorrer y lo que necesitamos avanzar como profesión para lograr la implementación de esta figura en nuestras instituciones.  

 El término Advanced Practice Nursing (APN) o enfermera de práctica avanzada (EPA) surgió en Estados Unidos a mediados del siglo XX como una forma de especialización de la enfermería. Desde entonces el desarrollo de la EPA ha sido cuanto menos controvertido pues rompía con todos esos estereotipos que las enfermeras llevamos arrastrando durante años. Esta figura va mucho más allá de cuidados y técnicas, abordla experiencia, el razonamiento crítico, la anticipación de los problemas de salud, la resolución de problemas y, lo más importante, la toma de decisiones en situaciones complejas.  

Diferentes autores han abordado y profundizado en este tema: Patricia Benner como pionera de la teoría de la práctica progresiva, y Hamric desarrollando el modelo teórico-conceptual de las competencias. El Consejo Internacional de Enfermería define su función de la siguiente manera: “La EPA es aquella enfermera que ha adquirido un conocimiento experto, habilidades para la toma de decisiones complejas y competencias clínicas para una práctica expandida, siendo las características de esta práctica definidas según el contexto y/o el país en el cual ejerce su profesión. Se recomienda un grado máster como nivel inicial”. 

En España esta figura no está desarrollada ni legislada y no es hasta la década de los 2000 cuando empieza a ponerse en evidencia la necesidad de realizar un modelo asistencial para gestionar los pacientes crónicos de manera distinta, haciendo visible para la administración la necesidad de darle valor a esta figura.  

En el año 2015 se publica un consenso sobre competencias para la enfermera de práctica avanzada realizado por un comité de expertos liderados por Sastre-Fullana,P, en el cual, se otorga a la EPA los siguientes atributos: Liderazgo, coordinación de la atención compleja, consultoría, motor del cambio y promoción de la investigaciónLos incluyó en 12 competencias, y cada una, describe las cualidades necesarias para su desarrollo. Abarcan desde la incorporación del pensamiento crítico y la identificación de cambios necesarios para mejorar cuidados, hasta situarnos en el ámbito político para la toma de decisiones.  

Y os pregunto… ¿No es eso lo que tenemos que alcanzar? 

Desde Fuden estamos convencidos de esta realidad. Tenemos el compromiso de que esta escuela sea un lugar de encuentro donde se luche por la visibilidad de la profesión, y por ello nos preguntábamos por qué no desarrollar todo nuestro potencial basándonos en las competencias de la enfermera de práctica avanzada. Aquí tienes nuestra respuesta: Ponemos el contador a cero y te proponemos un gran viaje,12 meses, 12 competencias para el liderazgo enfermero.  

En el mes de noviembre iniciaremos el camino con la competencia de coaching y mentoring llenando nuestra mochila de conocimientos, motivación y ganas de seguir avanzando. Cada mes estará destinado a una competencia y te iremos descubriendo nuevas píldoras de aprendizaje, testimonios inspiradores, debates, webinars y muchas más actividades que publicaremos en nuestra web.  

Te propongo que recorramos este camino juntos, paso a paso, mes a mes, integrando pequeños cambios en nuestro día a día que logren grandes cosas.  

¿Estás preparado? 

¡Te esperamos! 

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Patricia Rebollo
Directora de la Escuela de Liderazgo | + posts