Hace ya casi un año que empezamos la quinta edición del Experto de Gestión y Calidad asistencial desde el liderazgo enfermero, hace ya casi un año que empecé con vosotros un viaje de desarrollo y crecimiento mutuo donde juntos hemos ido subiendo peldaño a peldaño nuestra peculiar escalera del liderazgo. Hace ya casi un año que os dimos una llave, la llave del cambio, con la cual queríamos que os llenarais de energía para creer en vosotros, y tener fuerzas para abrir y cerrar aquellas puertas que necesitéis.
En este viaje, nos hemos descubierto a nosotros mismos explorando lo que cada uno es hasta lo que quiere llegar a ser porque, como líderes enfermeras, debemos ser esa fuerza que inicie el movimiento, esa fuerza que impulse el cambio, pues esta ya es nuestra forma de vivir.
Todas y cada una de vosotras tenías que estar aquí en este momento porque “ningún copo de nieve cae en el lugar equivocado”, y nuestros copos únicos en su forma y movimiento han ido cayendo, módulo tras módulo, cargando vuestra mochila de conocimiento y de herramientas para que os empoderéis y explotéis al máximo vuestros superpoderes.
Ayer, llegó el momento de cerrar este ciclo y devolver esa llave que os ha acompañado para darle alas y que sea la próxima edición de líderes quien pueda abrir y cerrar aquellas puertas que desee y necesite. En esta entrega, nos regalasteis palabras maravillosas. Juan Ramón la depositaba con un mosquetón como símbolo del enganche que ha tenido durante el año, y compartiendo su transformación como supervisor tras 14 años en el puesto. Eva regaló a la próxima edición la llave de su escritorio cuando era pequeña, imaginad la energía que va a recibir el que la coja. Gema, la llave de un despacho mágico. Eloina, la de su primera taquilla. Daniel, del cuarto donde se cambiaba en el hospital. Alicia decidió pintarla de rojo, pues ha sido nuestra alumna más especial, fisioterapeuta y delegada sindical, un copo único que ha aportado una perspectiva perfecta para completar al grupo…
Gracias a todos por el cariño con el que habéis depositado estas llaves, las guardaré como un tesoro para hacerlas volar a quienes deba llegar cuando empiece la próxima edición.
Nuestro enjambre sigue creciendo, y vosotros, una edición especial, la edición del encuentro, de volver a sentirnos, a conectar los unos con los otros y con nuestra esencia enfermera. Me llevo vuestro cariño, vuestros abrazos y os pido que no cortéis el cordón que nos une porque juntas, recordad, somos infinitas.
Por última vez, os digo, queridos líderes, aquí es donde teníamos que estar.
Seguimos. Sumamos. Transformamos.
Hasta siempre.
