En este, nuestro mes de la enfermería, no queríamos olvidarnos del liderazgo de las enfermeras, por lo que el pasado 20 de mayo os proponíamos unas jornadas de encuentro donde dejar constancia escrita y visual de lo que somos y lo que hacemos. Un momento de unión y cohesión donde todas y cada una pudiéramos brillar con luz propia, bajo el lema: #somosinfinitas.
Amelia Amezcúa dio el pistoletazo de salida de estas jornadas, abogando por conmover y remover a la enfermería e instando a esa unión que nos hace infinitas. Compartió sus aprendizajes y su camino de desarrollo hacia el liderazgo, mostrándonos cuatro incomodidades, de las cuales me gustaría destacar varios conceptos: el líder como un ser líquido que puede adaptarse a todo, capaz de abrazar la diversidad y aceptar el error porque al final se aprende “haciendo y compartiendo”.
Con estas premisas, comenzábamos la primera mesa de transferencia del liderazgo, esta vez, en el ámbito clínico. Para construir los ponentes de esta mesa, tuve que, como dice Meli, “agitar” el enjambre y tuve la suerte de que todos me dijeron que sí. Esta mesa era el mejor ejemplo de compartir, de cohesionarnos, pues contamos con la presencia de alumnos de pasadas ediciones del Experto en Gestión de Calidad desde el Liderazgo Enfermero. Me tocó romper el hielo, realizando un recorrido por todo el camino andado bajo el #FudenLidera: 502 alumnos formados en liderazgo, una escuela por y para todas, el salto a máster oficial de la mano de la UCAV (bajo el máster en Gestión y Liderazgo humanizado de servicios de salud), el libro del Liderazgo del Futuro… y es que, detrás de este #FudenLidera, hay experiencias, tiempo, pasión, visibilidad enfermera y distintas paradas de un camino que queremos recorrer con vosotras.
Rompía el hielo Rafael Barea, a mí me gusta llamarle “pionero”, pues fue de aquellos 17 valientes que empezaron el Experto en Liderazgo en el año 2017. Nos mostró un gran proyecto dirigido a mejorar la salud de nuestros mayores, en el cual la razón de su desarrollo era el trabajo colaborativo y multidisciplinar. Esto hace patente que ha sido capaz de poner en práctica todas las habilidades necesarias para impulsar y desarrollar a cada miembro del equipo que lidera. Seguía Laura Sobrino, de la tercera edición, supervisora desde hace poco más de un año y que agarró su llave fuerte para abrir esa puerta de la gestión con decisión y valentía. Nos mostraba su proyecto de gestión y todo aquello que había podido conseguir, y también las sombras y dificultades que se ha encontrado por el camino. Todo lo que compartía reflejaba cómo es ella en realidad, pues apostaba por la comunicación, por la humanización de los cuidados y por hacer partícipe a las pacientes de su propio proceso de atención.
Inmaculada García, matrona del hospital 12 de Octubre, nos aportaba consejos tras su experiencia vivida en un proceso de selección, aportando un catálogo de consejos y valores que te harán diferenciarte del resto. Apuntaba la importancia de la comunicación, la gestualidad y resaltar todos tus talentos. ¿Por qué tú y no otro? Nos hacía reflexionar sobre cómo podemos prepararnos para este reto. Seguía Pilar Arribas, supervisora del HUFA, con la energía arrolladora que la caracteriza, mostrando la gran pasión que tiene por esta profesión en cada palabra que nos regalaba. Presentaba un proyecto que pretende eliminar el techo con el que se encuentra una enfermera que ejerce actividades de práctica avanzada, y nos mostraba que la EPA es líder y que no tiene límites. Cerraba la mesa Esther Pérez, alumna de la pasada edición y que tras terminar la formación dio el salto a la gestión en una unidad de reanimación. Nos compartía sus primeros pasos, su frustración, sus miedos y, por supuesto, también esos pequeños logros conseguidos que esbozaban aquello que conseguirá, estamos seguros, en un futuro muy próximo.
Habían pasado ya dos horas y parecía que acabábamos de empezar; podría estar horas oyéndolos, pues dan sentido a todo lo que hacemos.
Era momento de dar paso la mesa de transferencia de liderazgo, esta vez en la docencia y el mentoring. Para ello, contamos con la presencia de Raquel González, una de nuestras becas Nightingale y que actualmente se encuentra coordinando un Experto en Urgencias y Emergencias. Nos compartía varias reflexiones acerca de la toma de consciencia de las capacidades con las que contamos para poder mejorar. Resaltaba la necesidad de salir de la zona de confort para poder avanzar. Me quedaría con esta gran pregunta:
¿Tu yo de antes admiraría a tu yo de ahora?
Como ya te dije, te admiro ayer, hoy y mañana.
David Barberán hablaba en representación de los tutores del Trabajo de Fin de Experto, y nos mostraba cómo es el proceso de mentoring y acompañamiento para el desarrollo de futuros proyectos de gestión, docencia o mejora. Además, nos mostró todo un camino recorrido con grandes proyectos liderados por enfermeras y que se han convertido en realidad.
Tras la pausa del café, era momento de descubrir quién estaba detrás del libro de Liderazgo del Futuro: Enfermera de Práctica Avanzada. Me parece que fue ayer cuando Meli me llamó al despacho y me propuso escribir esta obra, como a cada reto, por supuesto, le dije sí, pero, esta vez, más convencida, pues tenía a la persona indicada para hacerlo realidad: Sonia Sevilla. Hacer esta conexión online y tener a todas las autoras en frente me hace darme cuenta del enorme privilegio que hemos tenido de leer sus manuscritos de primera mano e ir tejiendo, poco a poco, cada parte del libro. Gracias a cada una de ellas, porque son referentes y líderes en su campo y han dejado su huella en cada capítulo del libro.
Un libro que pone sobre la mesa el futuro de este nuevo rol emergente de la práctica avanzada y evidencia la necesidad de apoyo de las instituciones para regular su práctica y darle la autonomía necesaria para que trabaje al máximo de su potencial.
Finalizaba la tarde con nuestra mochila cargada de emoción, pasión y aprendizajes. Poníamos fin a otra parada de nuestro camino, pero, como siempre… juntas.
Porque solo JUNTAS seremos INFINITAS.
