Llegó el verano… y sus lesiones. ¿Cómo prevenirlas?

Jun 23, 2025

Llegó el verano… y aunque las temperaturas ya nos venían avisando, el día 21 de junio empezó oficialmente la estación más deseada del año. Con ella, nos acompaña el buen tiempo y las ganas de salir a la calle a socializar y… a hacer más actividad física.  

Pero cuidado, no todo son alegrías. El verano puede ser motivo de numerosas lesiones musculoesqueléticas por nuestros cambios de hábitos, normalmente más activos y saludables, por el aumento de temperatura, sudoración y deshidratación, etc. Por eso desde FICO queremos recordar las lesiones más habituales de esta época estival. 

En primer lugar, en esta época las altas temperaturas, así como la exposición al sol y el incremento de la sudoración hacen que se incremente el riesgo de deshidratación. Esto es importante porque la falta de hidratación puede predisponer a lesiones musculares, fatiga, calambres, etc. Para ello, evita las horas de más calor, haz actividad en zonas sombrías y, sobre todo, hidrátate con sales minerales antes, durante y después de realizar actividad física. 

Por otro lado, como ya se ha mencionado, el buen tiempo hace que nos animemos a realizar más actividades deportivas. Esto es genial, pero si tu cuerpo está acostumbrado al sedentarismo y no está entrenado para la actividad deportiva que vas a practicar puede ser motivo de lesiones frecuentes. En este sentido, la falta de condición física puede conllevar lesiones musculares, tendinosas, óseas, etc. cuando realices ese deporte en tu lugar de vacaciones, como senderismo, vóley playa, running, piragüismo, etc. Para ello, te aconsejamos realizar una preparación física previa, de forma gradual los meses y semanas anteriores, para poder practicar tu deporte favorito sin riesgos. 

   

En relación con el punto anterior, las propias actividades deportivas pueden conllevar lesiones traumáticas inherentes a la propia actividad, caídas, resbalones, etc. Lesiones como los esguinces de tobillo en superficies mojadas, traumatismos por caídas, etc. pueden llegar a evitarse prestando atención al terreno, usar protección y calzado adecuado, manteniendo una adecuada musculatura que mantenga tus articulaciones estables, etc. En este sentido, usar zapatillas adecuadas es importante, ya que el uso de sandalias o pasar más tiempo descalzo incrementa la inestabilidad del miembro inferior, siendo un riesgo alto de lesión traumática, y por repetición (como fasciopatías). 

Y, por último, recordar que además de las lesiones por actividad física, también hay que prestar atención a otro tipo de lesiones propias del verano como dolores lumbopélvicos por conducir el coche durante largas horas hasta nuestro lugar de vacaciones, cervicalgias por dormir en colchones diferentes al habitual, dorsalgias por el uso de hamacas y esterillas, etc. Por ello, debes prevenir este tipo de dolencias realizando estiramientos de la región y mantenerte activo fortaleciendo la musculatura implicada.  

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