¿Qué importancia tiene la articulación temporomandibular en el dolor orofacial?

La articulación temporomandibular (ATM) es una articulación sinovial formada por las superficies articulares del cóndilo mandibular y la fosa del hueso temporal del cráneo, con una estructura fibrocartilaginosa que se interpone entre estas dos superficies, denominada disco intraarticular. Con una descripción tan sencilla puede parecer una articulación sin excesiva complicación, pero dada su importancia funcional y las diferentes estructuras que se insertan y se relacionan con la articulación, requiere que los fisioterapeutas lleven a cabo un profundo estudio de la misma. Asimismo, la implicación que esta tiene en los cuadros de dolor orofacial y cervical la convierte en una fuente de dolor con gran frecuencia en la práctica clínica del fisioterapeuta.  

Por un lado, el sistema cráneo mandibular es una unidad morfológica y funcional en la que participa la ATM, y que tiene una función esencial en tareas vitales para la supervivencia del individuo, tales como la masticación, deglución, respiración, articulación de palabra, etc. Su complejidad además radica en las estructuras anatómicas que la componen (estructuras óseas, ligamentosas, musculares, neurales, etc.) y las particularidades biomecánicas de la región (apertura, cierre, protrusión, retrusión, desviación, relación biomecánica con las cervicales, etc.) Es por ello, que una alteración en sus funciones puede conllevar repercusiones en la calidad de vida de la persona, pudiendo alcanzar altos niveles de discapacidad. En este sentido, existen datos de prevalencia que detallan un 8% de la población adulta que se ven afectadas por trastornos temporomandibulares, siendo esta la segunda causa de dolor orofacial después del dolor dentario. 

Concretamente, los trastornos temporomandibulares (TTM) se definen como el grupo de alteraciones que afectan a la ATM, a la musculatura masticatoria y a estructuras asociadas a ambas. Estos se manifiestan principalmente con dolor de distribución variable por la región facial, cabeza y el cuello, pero que también puede implicar alteraciones en la movilidad de la mandíbula, fenómenos articulares de interferencia y ruidos. 

Además, la relación entre estos trastornos y el sistema nervioso, destacando no solo la convergencia trigeminal, sino también la vinculación con el sistema nervioso autónomo, procesos de sensibilización periférica y central, factores neuroinmunes, factores hormonales, etc. hacen de este tipo de patologías un auténtico reto para el fisioterapeuta a la hora de realizar una correcta anamnesis y valoración, para poder aplicar después el tratamiento correcto. 

En resumen, el sistema craneomandibular, sus particularidades anatómicas y biomecánicas, así como su vinculación con el sistema nervioso, hace de los trastornos temporomandibulares un desafío para los fisioterapeutas, que requiere de una formación específica en anatomía, biomecánica, valoración clínica y funcional de la región, para finalmente realizar un correcto diagnóstico de los distintos cuadros dolorosos de la región.