Una de las clases de seguridad del paciente del Experto en Gestión y liderazgo de FUDEN comenzaba reflexionando sobre esta frase:

“Hay algunos pacientes a los que no podemos ayudar, pero no hay ninguno al que no podamos dañar” (Arthur Bromeley).

Y llegábamos a la conclusión que la primera parte la tenemos clara y parece obvia, pero nuestro quehacer diario no nos permite ver que no hay ningún paciente al que no podamos dañar. El informe Errar es humano fue el primero que nos aportó datos escalofriantes relacionados con el impacto de los errores humanos en la atención sanitaria revelando que, entre 44.000 y 98.000 muertes anuales en hospitales norteamericanas, eran debidos a estos errores médicos. Desde entonces, han sido múltiples las campañas destinadas a minimizar los riesgos y promover prácticas seguras, coincidiendo todas en la necesidad de no quedarnos en la capacitación individual si no más bien en mejorar el trabajo en equipo y disminuir los errores del sistema.

¿Y cómo podemos hacerlo?

Este mismo informe ya recomienda el uso de la simulación para solucionar problemas y manejar la crisis especialmente en situaciones nuevas o situaciones con alto riesgo. A su vez, el IOM (Instituto de Medicina) sugiere el uso de la simulación como método de mejorar la cultura de seguridad en el ámbito clínico. Podemos concluir por tanto que la simulación tiene unos ingredientes que la convierten en una herramienta o más bien en una oportunidad única de aprendizaje, pues lo hacemos en un ambiente seguro libre de “culpa”, donde podemos analizar los problemas y errores, además de reforzar aquellos aspectos positivos que han ido bien.

En esta línea, y convencidos de la eficacia de esta herramienta de aprendizaje, nos proponemos no solo capacitar a nuestros alumnos de liderazgo, sino entrenarles en otros aspectos imprescindibles para mejorar la seguridad tales como como los procesos de comunicación, la gestión del conflicto, la adhesión a las buenas prácticas, etc.

Durante esta semana vamos a realizar talleres de experiencias en simulación en seguridad del paciente donde nuestros alumnos del enjambre van a trabajar dos momentos de alto riesgo en la actividad asistencial: el traspaso de información y el listado de verificación quirúrgica.

Os dejamos un resumen fotográfico de cómo ha sido la experiencia vivida.

Aprovecho este post para agradecerles su participación y compromiso, por habernos permitido generar esta burbuja de aprendizaje donde todos estamos seguros para seguir creciendo juntos.

Gracias, enjambre. 

 

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Patricia Rebollo
Directora de la Escuela de Liderazgo | + posts