| Fundación para el Desarrollo de la Enfermería
El paso de los años ha demostrado la opresión y sumisión de las enfermeras en pro de la atención médica. En un sector dominado tradicionalmente por los hombres (como médicos) sobre las mujeres (como enfermeras), no solo el machismo social ha afectado a la libre progresión de la enfermería, también ha conducido a que toda evolución del empoderamiento a nivel profesional venga ligado a ese comportamiento social, y viceversa.
Reiniciamos la formación enmarcándola, igualmente, en ese rol emergente en el que tanto creemos, la práctica avanzada.
Las enfermeras tenemos poder para ayudar crear un futuro mejor y más saludable para los adultos del futuro.
Capacita a la gente lo suficientemente bien para que se puedan ir; trátalos lo suficientemente bien para que no quieran
La EM es como una nube que nubla nuestro día a día. Esa nube que nos acecha sin saber si nos dejará lluvia o un rayo, pero tras la que siempre hay que buscar la luz del sol.
Desde hace un tiempo, los profesionales de enfermería empezamos a escuchar cada vez más el concepto de EPA. Pero… ¿de qué estamos hablando? ¿Podría llegar a ser yo una enfermera de práctica avanzada?
Carmen Sarabia explica el liderazgo enfermero como aquel que ejerces en una habitación cuándo nadie te está mirando. No eres lo que dices, eres lo que haces.
Podríamos pensar que el papel de la enfermería no es relevante para medir y cuantificar estos resultados en salud generados por las intervenciones sanitarias o médicas a los pacientes, pero es evidente que esto no es así.
“A menudo cuesta entender que los tiempos mejores se hacen, no se esperan”
Ejerzamos nuestro liderazgo, con la responsabilidad que conlleva, seamos agentes de cambio, pero, ¿cómo lo hacemos?