Descripción
Hay una amplia variabilidad en el número de medicamentos para el manejo farmacológico de los trastornos mentales, muchos de estos tratamientos son eficaces en las etapas agudas y para prevenir recaídas, pero otros muchos siguen sin demostrar su eficacia en los tratamientos a largo plazo y el control diario de los trastornos mentales.
La psicofarmacología se define como una disciplina científica centrada en el estudio de los fármacos que modifican el comportamiento y la función mental, esto se produce a través de su acción sobre el sistema neuroendocrino. La distribución de los fármacos en el organismo se modifica por factores como el pH sérico, la solubilidad en lípidos, la unión a proteínas, el flujo sanguíneo y el grado de ionización.
Como cualquier medicamento, los psicofármacos, presentan riesgos, complicaciones y efectos adversos que además dependen en gran medida del tipo de paciente al que se administran.
Durante los últimos años y tras el aumento evidente de la toma de psicofármacos, existe una corriente paralela de intentar evitar el tratamiento farmacológico de algunas situaciones, como duelo, ansiedad, fobias, etc. Sin embargo y aunque se debe intentar evitar el tratamiento farmacológico de forma sistematizada, esto no es siempre posible y también se debe sopesar el posible sufrimiento de la persona que sufre el trastorno, ya que es posible que un tratamiento farmacológico combinado con uno de psicoterapia pueda ser el tratamiento adecuado y, por tanto, de gran utilidad.