Descripción
La perspectiva biológica orgánica o biofísica tiene sus orígenes en la medicina griega. Esta perspectiva parte del supuesto de que las distintas psicopatologías son la expresión de alteraciones y/o disfunciones en el modo normal de funcionamiento del organismo, bien de la estructura, bien del proceso biológico que las sustenta, es decir en la enfermedad subyace un trastorno lesional o disfuncional en algún punto del cuerpo. En el caso de la enfermedad mental, la lesión o disfunción estaría situada en el Sistema Nervioso Central (SNC), lo que explica la necesidad de estudiar y entender la anatomía y funcionamiento de éste desde sus inicios, teniendo en cuenta también la etapa de neurodesarrollo.
Desde finales del siglo XIX, el modelo médico se encuentra en una constante expansión que se acelera después de la Segunda Guerra Mundial, hasta convertirse en la forma hegemónica a nivel internacional que influye de manera creciente en la demanda de los pacientes, no solo de los países denominados occidentales si no a nivel mundial.
La perspectiva biológica es especialmente útil en la comprensión de los trastornos mentales orgánicos y en una parte importante de las enfermedades mentales graves como la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos como el trastorno bipolar, la depresión crónica o el autismo. Para profundizar en esta perspectiva, debemos conocer además la genética y cómo puede influir en el desarrollo de las patologías mentales. También se ha observado la importancia de estudiar las técnicas de neuroimagen ya que nos pueden aportar una visión más objetiva de las modificaciones tanto a nivel estructural como a nivel funcional que se producen en el sistema nervioso y que fundamentan el modelo a estudio.
Por otro lado, según el modelo médico una vez encontrada la lesión neuropatológica, se pasaría a intentar descubrir la etiología del origen de la lesión que una vez corregida supondría la curación o la prevención de la enfermedad. La corrección de la causa, es decir, la curación, se realizaría mediante un tratamiento biológico como pueden ser los fármacos. Por lo tanto, la psicofarmacología adquiere gran importancia, siendo especialmente relevante para los profesionales de enfermería de salud mental conocer y manejar los mecanismos de acción e indicaciones de los denominados psicofármacos además de sus efectos secundarios.
Para el desarrollo de nuestra labor profesional como enfermeros especialistas en salud mental, es imprescindible el estudio y conocimiento tanto de las estructuras implicadas en las diferentes patologías como de los modelos y paradigmas que tratan o han tratado a lo largo de los años de dar respuesta a estas patologías, buscando la mejor vía de intervención para cada una de ellas, siempre teniendo en cuenta que el ser humano es un ser biopsicosocial. El conocimiento de todas estas perspectivas fomenta la reflexión y aporta una visión global a la hora de brindar una atención de calidad y basada en la evidencia.
A lo largo de este capítulo veremos algunos aspectos básicos de la estructura y funcionamiento del sistema nervioso, así como diferentes métodos de diagnóstico y tratamiento en consonancia con el modelo biológico y su evolución a lo largo de la historia.