Descripción
Teniendo en cuenta el conocimiento de las necesidades más comunes de las personas con problemas de salud mental y cómo identificarlas; el eje central de la actividad es el paciente y familia que recibirán los servicios necesarios de atención y cuidados, según sus necesidades biológicas, psicológicas y sociales definidas mediante una valoración/evaluación profesional, integral e interdisciplinar y científica. En el presente documento se ofrecen pautas de actuación y Planes de Cuidados Integrados para garantizar la continuidad de cuidados. También se introduce la necesidad de homogeneizar la documentación enfermera: Registros específicos de enfermería.
El abandono del tratamiento farmacológico hace que el proceso de mejoría se estanque o,lo que es peor, que involucione con las consiguientes descompensaciones y nuevos ingresos, repitiéndose toda una serie de procesos sanitarios, apareciendo el fenómeno de la “puerta giratoria”, tan frecuente en este colectivo.
En nuestra actividad profesional encontramos frecuentemente que los pacientes tienen verdaderas dificultades para seguir las prescripciones médicas, los cuidados de enfermería, la asistencia a citas programadas, la toma correcta de los fármacos. Es habitual una sobrevaloración de los efectos secundarios de la medicación, siendo utilizado como justificación de los abandonos. Se objetivan necesidades de apoyo para establecer balances positivos aun contando con los problemas que supone la necesidad de tomar medicación por largos periodos o incluso de por vida. En muchas ocasiones los pacientes se desinteresan por su propia salud y no acuden cuando corresponde a su centro de atención primaria, incluso en situaciones comunes no se cuidan adecuadamente, entendiendo en muchos casos estas situaciones de manera distorsionada. La VALORACIÓN, es la primera etapa del proceso y como tal nos va a ayudar a determinar el estado de salud. Los datos que recojamos van a condicionar el desarrollo del plan de cuidados, todas las decisiones y actividades enfermeras se basan en la información recogida durante esta fase.
El principal fin ha de ser promover la salud mental durante todo el ciclo vital, para garantizar a los niños un comienzo saludable en la vida y evitar trastornos mentales en la edad adulta y vejez
La enfermera en salud mental tiene como competencia la dirección, evaluación y prestación de cuidados orientados a la promoción, mantenimiento y recuperación de la salud.
La enfermera Especialista en este campo presta cuidados utilizando la relación de ayuda como instrumento terapéutico básico.
Los programas de intervención comunitaria pretenden la intervención la coordinación con otros servicios asistenciales para garantizar la continuidad asistencial y la coordinación con otros tipos de servicios que ofrecen atención médica y psiquiátrica, alojamiento, rehabilitación, defensa de los derechos, actividades de ocio y recreo.
Las estrategias de integración y coordinación de los servicios sanitarios debe ser un requisito para cualquier sistema sanitario, asegurando la continuidad de la atención del paciente.
Así, la planificación y la continuidad de los cuidados son fundamentales para mantener la efectividad de los programas de atención comunitaria de salud mental. La personalización de la atención es una de las principales líneas estratégicas de los sistemas sanitarios para garantizar esta planificación y continuidad, que a su vez permite acompañar a las personas con trastorno mental y a su familia a través del tejido de la red sanitaria evitando su caída fuera de la misma.
El incumplimiento pasa a ser por lo tanto un problema importante de ámbito comunitario que se suele acompañar de un alto coste económico, siendo preciso detectar qué pacientes no lo cumplen y el porqué de su proceder. Esto hace que veamos necesaria la puesta en marcha de “programas educativos” que tengan como fin informar, concienciar de las patologías y de su tratamiento, fomentando la aceptación y el aprendizaje y el saber manejar los fármacos que disminuyen la sintomatología, ya sean estos “programas” puestos en marcha desde las unidades de agudos, unidades de subagudos o cualesquiera de los diferentes dispositivos extrahospitalarios. La observación por parte de Enfermería de esta realidad hace que nos replanteemos cuestiones como cuál es el motivo para el abandono/ inclumplimiento del tratamiento y cómo son nuestras relaciones con los pacientes no adherentes a los tratamientos.