Descripción
La patología digestiva está presenten en, aproximadamente, la mitad de la población española y se estima que el estrés y la mala alimentación son las principales causas desencadenantes de este tipo de trastornos. “En los últimos años se está descuidando la alimentación y la ingesta de productos manufacturados hace que la dieta mediterránea no sea la más habitual en las mesas de los españoles. Las consecuencias para la salud digestiva no se han hecho esperar, están aumentando las patologías digestivas asociadas a la obesidad y a los malos hábitos dietéticos, como la dispepsia, las digestiones pesadas, el reflujo gastroesofágico, el estreñimiento, entre otras muchas”, alerta el doctor Federico Argüelles, presidente de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD).
Para evitar el aumento de este tipo de patologías es imprescindible educar a los ciudadanos y fomentar comportamientos saludables. De ahí la necesidad de llevar a cabo campañas de sensibilización y promoción de buenos hábitos para la salud, donde el rol de la enfermera como gestora del cuidado cobra especial importancia.
El sistema digestivo abarca varios órganos principales cuya disfunción da lugar a diversas patologías que se presentan con frecuencia en los pacientes. Es fundamental saber diferenciarlas, así como los cuidados que derivan de ellas ya que en algunos casos pueden poner en peligro la vida del paciente. En ocasiones requerirán algún tipo de intervención quirúrgica para solucionar o paliar la alteración siendo necesario un conocimiento de los cuidados postoperatorios que precisa cada tipo de cirugía tanto del paciente como de los dispositivos que portará tras el procedimiento quirúrgico.
Sumado a los procesos agudos relacionados con el sistema digestivo que requieren tratamiento inmediato, están las enfermedades crónicas, que han aumentado su incidencia durante los últimos años, sobre todo en países desarrollados y que merman la calidad de vida del paciente, ocupando gran parte de las consultas de atención primaria, como son la enfermedad celíaca, colon irritable o enfermedad de Crohn. La atención enfermera para este tipo de patologías se basa en cuidados individualizados para cada paciente, dando importancia a su alimentación y al estado nutricional.