Crónica del Congreso Fuden 2024. Día 3 “Abordando el cuidado como un derecho y una necesidad”

May 22, 2024

El tercer día del IV Congreso Internacional de Enfermería 2024 “Abordando el cuidado como un derecho y una necesidad” arrancó con tres mesas de comunicaciones orales y breves a póster. A lo largo de la mañana del 22 de mayo un total 39 ponentes compartieron sus experiencias con el centenar de asistentes que acudieron al último día del IV Congreso Internacional de Enfermería de Fuden. Los proyectos presentados abarcaron un amplio espectro de temáticas; el impacto del cambio climático en la salud de las personas, simulación 2D, la atención enfermera a las personas trans, la atención oncológica a refugiados, las barreras de comunicación en el triaje de urgencias, la enfermería en la salud mental en niños y adolescentes, enfermería y mutilación genital, el suicidio en personas mayores…

Mesa redonda: Cuidados en tránsito: tejiendo historias de resiliencia

Continuábamos con la Mesa redonda Cuidados en tránsito: tejiendo historias de resiliencia. Eugenia Cuesta, directora del Experto en Cooperación Internacional de Fuden y enfermera de Emergencias en el Helicóptero medicalizado de Astorga (SACYL) fue la guía de un recorrido que quiso mostrar, a través de la experiencia de profesionales de enfermería, el camino que realiza un migrante, desde la salida de su país hasta la llegada a su destino.

“Queremos mostraros un mapa de las rutas migratorias poniendo nombres y caras” señaló Eugenia Cuesta. “Los datos nos dicen que 280 millones de personas han dejado su país de origen para irse a otro país, un gran porcentaje menor de 18 años. En estas las rutas migratorias han perdido la vida muchas personas, sólo en el Mediterráneo se estima que hay más de 206.000 personas han perdido la vida. Es el número de habitantes de la ciudad de Pamplona”.

El inicio de la migración: la necesidad de abandonar tu país

Arrancábamos esta presentación de la ruta migratoria con la experiencia de Adela Omid, una refugiada afgana, actualmente estudiante de enfermería, que huyó cuando los talibanes llegaron al país. “Yo tenía en Afganistán una vida muy normal y no me imaginaba nunca que me tenía que marchar obligada de mi país. Recogí de mi vida de 20 años en Afganistán mi cámara, mi ordenador, que me regaló mi padre y una ropa para cambiar. Toda mi vida ni una mochila. Dejé a toda mi familia en Kabul”.

Narró su periplo hasta llegar a subir al avión que la llevó hasta España “empecé a llorar dentro del avión y un militar español me dijo que se me presentaba una nueva oportunidad, una nueva vida. Cuando llegué a Madrid no sabíamos a dónde íbamos a ir y después de tres días me dijeron que iba a ir a Asturias”. Comentó sus problemas de comunicación en España “lo que me llevó a aprender castellano muy rápido. Sentía la necesidad de comunicarme”.

El inicio de su nueva vida está marcado por su necesidad de continuar aprendiendo y avanzando “voy a estudiar enfermería porque en mi país, y en todo el mundo, ahora necesitan a una enfermera a mi me encanta trabajar y ayudar con la gente. Quiero ser enfermera y trabajar con Médicos sin fronteras. No me importa en qué zona del mundo, pero llegará un día que salgan los talibanes de mi país, podré volver y ayudar con las mujeres afganas” concluyó Adela.

El viaje. La experiencia de la enfermería en la ONG Open Arms

Armando Parra, enfermero de la ONG Open Arms, mostró la segunda parte de este periplo migratorio: el viaje. “Las personas deciden salir de su país y muchas lo realizan a través de la ruta mediterránea, que es una trampa mortal. Nadie sabe el número de gente que hay en ese enorme cementerio que es este mar. Y me gustaría que vierais que el mar no nos diferencia, nos mata a todos por igual”.

“Rescatamos a personas que están deshidratadas, agotadas, por lo que, cuando llegan a nuestro barco lo primero que hacen es dormir y cuando se revitalizan nos cuentan sus historias. Se dan cuenta de que siguen vivos”. Su trabajo dentro del Open Arms es coordinado y tiene que estar perfectamente sincronizado “como un reloj”. Cuando realizan un salvamento se enfrentan a rescates que pueden alcanzar las 400 o 600 personas, dependiendo de la embarcación en la que viajen. “Si van en un wooden boat, una embarcación de madera con varias cubiertas, se pueden llegar a hacinar más de 600 personas. Debemos trabajar con mucho cuidado porque es muy fácil que entren en pánico y si se tiran al agua podemos perder a muchas personas, sobre todo por las corrientes. Otra de las opciones es que realicen el viaje en un rubber boat. Un bote de plástico con una vida media de entre 5 – 7 días. Las personas que van a bordo están sentadas encima de tornillos a merced del tiempo. Las malas condiciones de las embarcaciones y de las condiciones del viaje, su duración, el clima… hacen que las personas lleguen con una gran variedad de patologías”.

En este punto Armando Parra planteó una pregunta fundamental ¿qué es lo que puede hacer la Enfermería en un ambiente hostil en un barco en medio del Mediterráneo? “realizamos curas de quemaduras químicas (de agua salada más combustible), de primer segundo y tercer nivel incluso que han llegado al hueso. Heridas de bala, heridas producidas por torturas en campos de refugiados… Nos encontramos con muchas patologías psicológicas, con personas que han sido vejadas… Patologías graves, con riesgo vital y hemos de tener una salida para estas personas. Y tenemos que poder trasladarlos como sea llegando a puerto, en helicóptero…”.

La llegada. La experiencia de la enfermería en un campo de refugiados

Pero, y cuando llegan a tierra… ¿qué es lo que se encuentran? ¿a qué se enfrentan? Isabel de Castro, enfermera de Fuden Cooperación ha compartido su experiencia en campo de refugiados de Grecia creado durante la crisis de la guerra de Siria.

“Son personas que se echan al mar y dejan todo atrás. Los profesionales tenemos que entender los procesos de duelo de cada persona: abandonando a su casa, a su familia, su entorno… y, a veces es complicado. La mayoría de estas personas no se querían quedar en Grecia ya que tenían familiares en diferentes países europeos, sobre todo en Alemania, que ya habían huido del país previamente. Era una situación muy complicada. Te rescatan puedes comer beber, te dan ropa para cambiarte, puedes sentir ese alivio… Pero el objetivo era obtener el permiso de residencia en un sistema totalmente colapsado.”.

“Hay que tener en cuenta que estas personas llegan a un campo construido desde cero” señala Isabel “un campo creado de la nada. Se construyeron letrinas, las fosas sépticas no funcionaban y se inundaban. Las personas pasaron a no tener nada, lo que es un proceso de pérdida y abandono brutal. Además, debemos tener en cuenta el choque cultural y ser conscientes de que lo que vale para nosotros no vale para ellos. Por ejemplo, la comida. No se podían atender a peticiones específicas sobre este tema, lo que aumentaba el descontento. La mayoría de los pacientes eran crónicos y hacíamos todo lo que estaba en nuestra mano para poder prestarles la mejor atención posible”. Isabel de Castro cerró su exposición apuntando que “todos tenemos nuestro derecho a conseguir nuestro mejor nivel de salud estemos donde estemos”.

Cómo responde la enfermería a un migrante desde Cruz Roja

Raimundo de Dompablo Guerrero, enfermero de Emergencias en el Helicóptero medicalizado de Astorga (SACYL) y miembro de Cruz Roja Española abordó cómo se responde a los migrantes cuando llegan a tierra. “Tenemos que dar visibilidad a este drama de la inmigración, que está pasando desapercibido y mostrar que la enfermería es el actor principal en proveer cuidados de salud”.

“En 2023 tenemos” apuntó Raimundo “números parecidos de migrantes a los de 2018 con una explosión en las Islas Canarias. En 2023, hemos llegado a las 15.000 personas atendidas en El Hierro. Llegan más a esta isla porque están saliendo más al sur desde Mauritania, Senegal, incluso más al sur. Algunos llegan a La Gomera. Las rutas migratorias nos han hecho tener base de respuestas en lugares como Almería, Cádiz, Almería, Motril, Murcia, Islas Baleares y Canarias. Las islas siempre son una complejidad mayor que en la península”.

“Mediante el proyecto de Primera Respuesta en Emergencias a Población Inmigrante, PREPI, nos encargamos de la primera atención. Tenemos que responder a una miscelánea de patologías, heridas complejísimas, incluidas paradas cardiacas, hipotermias… Y la enfermería es la agente líder en cuidados en esta situación dentro de equipos multidisciplinares”.

La enfermera del ERIE, del Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencia, es la enfermera total porque es capaz de trabajar en cualquier parte. Es una enfermera super versátil. Las responsabilidades son enormes: logísticas, administrativas, formativas, las enfermeras deben tener sus voluntarios, formarlos… Necesitamos manos. La enfermera del ERIE tiene que medir muy bien a quien tiene que mandar el hospital y quien no, porque no siempre hay recursos para realizar todos los ingresos que son necesarios y van directos al centro de atención al migrante donde reciben atención primaria” apunta Raimundo.

La llegada a destino. La experiencia en primera persona

Florence Yango, Enfermera y mediadora intercultural, llegó a España con una beca para continuar sus estudios “conseguí, en 2009, a través de una beca de la AECID, venir desde la República Democrática del Congo. Viajé con mis tres hijos, mi marido ya residía en España. Vivía pegada a la frontera Uganda y Ruanda y uno de los principales motivos por los que tuvimos que marcharnos fue la inseguridad”. Actualmente es alumna del Experto en Cooperación Internacional de Fuden.

A lo largo de su intervención Florence habló de situaciones positivas, pero también negativas “como la falta de entendimiento. Llegas a un centro sanitario y lo primero, nada más verte, ya presuponen que no te enteras de nada. Otro de los puntos, y que me molesta un montón, es el bulo de que los migrantes vivimos aquí gracias a la ayuda del estado. Llevo desde 2009 en el país y no he recibido ninguna ayuda”.

“Para los niños” apunta Florence, “es también complicado. Tanto en el colegio como en la calle. Creo que es importante que tengan con quien hablar. Por ejemplo, mi hijo menor, cuando tiene alguna situación complicada habla con sus hermanas, no conmigo”. Los asistentes dialogaron con Florence sobre diferentes cuestiones de su periplo migratorio: la aceptación social, el trabajo, las dificultades de migrar siendo mujer…

Cerró esta mesa redonda un turno de preguntas en el que se desmintieron varios bulos sobre inmigración, se entabló un emocionante diálogo entre asistentes – ponentes y finalizó con la cuestión ¿cómo os sentís después de realizar estos trabajos? “Destrozada, después de ver lo que la que un ser humano es capaz de hacer a otro” “Siempre me queda la inquietud de que podíamos hacer rescatado a más personas” “Es complicado sentirse bien cuando sabes que queda tanto por hacer”.

Entrega de premios del IV Congreso Internacional de Enfermería de Fuden

Cristina Miguel y Henar Usanos, las enfermeras de Fuden organizadoras del Congreso, junto a Víctor Aznar, presidente de Fuden, fueron las encargadas de entregar los premios a los ganadores de la mejor comunicación oral ‘Autonomía de los padres en una unidad neonatal: cuidado del método canguro y otras áreas de cuidado’, de Natalia Cuadrado Obregón.

También entregaron el premio al mejor póster, El liderazgo enfermero en la difusión de una guía de práctica clínica: la infografía como herramienta’, de Zaida Pérez Chico.

Los enfermeros Jesús Molina, Antonio González, Miriam Leñero, jurados del I Certamen de Monólogos con Ciencia de Fuden, fueron los encargados de anunciar al ganador de este nuevo formato de presentación de comunicaciones. “Que ha resultado en empate, debido a la calidad de las exposiciones, hemos decidido declarar a los 4 monologuistas ganadores”.

Espectáculo de clausura: obra teatral “Un sueño con trampa”

Cerró el IV Congreso de Investigación de Fuden la obra «Un sueño con trampa» por el grupo musical «Los griots de África», protagonizado por David Bingong actor en la compañía teatral «Teatro sin papeles».

David nos ha compartido una historia real, contada sin victimismo ni prejuicios. Su tránsito desde su tierna infancia en su África natal, en Camerún, donde David albergaba un sueño. Su naturalidad curiosa le lleva a preguntarse ¿qué hay más allá de su conocido horizonte? Para hacerse realidad, nuestro soñador, se ve sometido a una serie de aprendizajes, que pone a prueba su capacidad de adaptación e instinto de supervivencia. «Un sueño con trampa» es un testimonio vital, transmitido por un trovador con un toque de música africana. “He aprendido mucho, sin el viaje no sería la misma persona. Quizá fue una locura escoger este camino pero no me arrepiento. Comparto a través de mi vocación mi experiencia sobre la vida”.

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