El 3 de diciembre de 2025, coincidiendo con el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, la Fundación para el Desarrollo de la Enfermería, Fuden, celebró la jornada de cierre de su proyecto “Hacia una Salud Inclusiva: Implementación del Facilitador Sanitario en el entorno sanitario para una atención integral a personas con discapacidad intelectual”. El encuentro se desarrolló en las Aulas Fuden de Madrid y también se emitió online. Este proyecto de Fuden, financiado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 con cargo a la asignación tributaria del IRPF y del Impuesto sobre Sociedades, tiene como objetivo principal integrar la figura del facilitador sanitario en el entorno sanitario para garantizar que las personas con discapacidad intelectual reciban una atención más inclusiva, comprensible y centrada en sus necesidades.
Inauguración: una mirada necesaria hacia la accesibilidad
La jornada comenzó con la bienvenida de Amelia Amezcua Sánchez, directora ejecutiva de Fuden, y Marisa Cazorla Ruiz, directora técnica de AFANIAS, quienes subrayaron la importancia de este proyecto para avanzar hacia un modelo sanitario más accesible y equitativo. Ambas destacaron que la incorporación del facilitador sanitario no solo mejora la experiencia de los pacientes con discapacidad intelectual, sino que también fortalece la sensibilidad y la capacitación del personal sanitario frente a la diversidad cognitiva.

En su intervención, Marisa Cazorla señaló que “si en el entorno sanitario no nos ponemos en los zapatos de las personas con discapacidad intelectual, si no hacemos que ellos comprendan qué está pasando y que puedan comunicarnos lo que les pasa, va a ser muy difícil que colaboren y va a ser muy difícil que un profesional haga una buena praxis. Para el profesional es una situación también muy estresante, muy frustrante, y vamos a cometer muchos errores si no hacemos que el paciente con discapacidad comprenda la situación y entienda qué es lo que está ocurriendo”.

Por su parte, Amelia Amezcua apuntó que “cuando nos contaron esta realidad, como profesionales sanitarios primero nos abrió los ojos a un mundo que desconocíamos. Y no sólo es que cometamos errores con los pacientes con discapacidad intelectual, vulneramos derechos y creo que los profesionales de la salud no somos conscientes de eso. Nos presentaron como personas que se tenían que empoderar y acompañarles en este proceso de empoderamiento fue uno de los objetivos. Empezamos hace casi 10 años con el Libro de la Salud, con un Experto Universitario, educación formal… y hoy estamos trabajando en la figura del Facilitador Sanitario”. La directora de Fuden destacó que fue, a raíz de la aparición del facilitador judicial, surgió la idea de desarrollar un facilitador sanitario para mejorar la comunicación con las personas con discapacidad.
Resultados y buenas prácticas: un camino compartido
La primera mesa redonda, “Presentación de resultados del proyecto nacional ‘Facilitador sanitario para personas con discapacidad intelectual’”, estuvo moderada por David López, coordinador del Servicio de Accesibilidad e Inclusión de AFANIAS. En su intervención subrayó que “la alianza con Fuden nos permite llegar mucho más allá de lo que podíamos soñar hace unos años cuando comenzamos a hablar de derechos de accesibilidad”. López centró su intervención en explicar qué es la accesibilidad cognitiva y por qué resulta esencial impulsar iniciativas como la del facilitador sanitario. También recordó que este trabajo no beneficia únicamente a las personas con discapacidad intelectual, sino a la población general, porque “¿quién no se ha perdido alguna vez en un hospital? ¿o no ha entendido algo que le han explicado en una consulta?”.

A continuación, Cristina Rodríguez Reyes presentó su proyecto de adaptación a lectura fácil del tríptico informativo del Servicio de Oncología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, un recurso que mejora el acceso a información médica clave para pacientes y familiares.

María Auxiliadora Espejo Herrador expuso la Guía accesible sobre endometriosis, diseñada para ofrecer información clara y práctica que favorezca la autonomía y el autocuidado. Por su parte, Alejandra María Millera presentó la Guía rápida sobre el uso del sensor FreeStyle Libre 3, que facilita la gestión de la diabetes en personas con discapacidad intelectual.

El equipo de validadores de AFANIAS explicó el proceso de lectura fácil y la importancia de validar los materiales con personas con discapacidad intelectual. Araceli García recordó que “lectura fácil es una herramienta más de accesibilidad cognitiva y en el ámbito sanitario adquiere una especial relevancia a la hora de garantizar que pacientes y familiares puedan comprender instrucciones, derechos sanitarios, información sobre tratamientos y otros contenidos esenciales para la toma de decisiones informadas”. Añadió que la lectura fácil requiere un proceso estructurado que incluye la adaptación de textos y, de forma imprescindible, la validación.

Los validadores Jorge Ignacio Villota, Luis Pérez y Javier Morero mostraron, a través de ejemplos concretos, cómo se desarrolla este proceso y las dificultades que encontraron en el ámbito sanitario. En una entrevista realizada por Araceli García, respondieron a cuestiones como la importancia de adaptar los textos sanitarios, los retos de validar documentos complejos, la claridad de la comunicación del personal sanitario o la existencia de apoyos en los hospitales. Sus aportaciones evidenciaron que la adaptación a lectura fácil no solo mejora la comprensión, sino que fomenta la participación activa de las personas con discapacidad intelectual en su propio cuidado.

Trabajo en red: alianzas para transformar la atención sanitaria
La segunda mesa redonda, “Trabajo en red”, se centró en la importancia de la colaboración entre organizaciones para fortalecer la inclusión en salud. Moderada por Amelia Amezcua, contó con la participación de Cristina García Corvillo, presidenta de MÁSqueTEA, Guillermo Benito Ruiz, psicólogo de la Confederación Autismo España, y Fernanda Albamonte, técnica de proyectos de Salud e Investigación de Down España. Se destacó que la coordinación entre asociaciones, instituciones sanitarias y administraciones públicas es esencial para garantizar la accesibilidad, mejorar la comunicación y generar soluciones ajustadas a las necesidades reales de las personas con discapacidad.

Guillermo Benito Ruiz afirmó que “las barreras para participar en la atención sanitaria como ciudadanos de pleno derecho son muchas. Tenemos la inercia de preguntar a un acompañante… a la hora de considerar lo que es mejor, la estamos invisibilizando y la estamos anulando y su voz queda tapada o condicionada”.

Cristina García Corvillo señaló que “también hay barreras políticas, pero una vez que te involucras, toman conciencia de que es necesario. ¿Cómo no lo hemos visto? ¿Cómo no nos hemos dado cuenta? Y ahí es donde tenemos que aliarnos para poder dar los pasos. Tenemos que estar donde tenemos que estar, visibilizando, formando y concienciando a los políticos y a nuestro sistema de salud”.

Fernanda Albamonte recordó que “si hablamos de barrera económica, yo creo que es un gran desafío invertir en esos apoyos en salud que a la larga benefician a todos. Genera muchas más herramientas y da mucha más calidad de vida. Hay que apostar por la promoción, por la prevención para alcanzar un futuro mucho mejor y no verlo como un gasto”.

Nuevos recursos y herramientas para avanzar en inclusión
La jornada también permitió presentar el nuevo espacio virtual del Facilitador Sanitario. María Álvarez, enfermera de Fuden Cooperación Enfermera, mostró esta plataforma situada en el campus de Fuden Inclusiva, concebida como un repositorio de recursos, materiales y herramientas prácticas para profesionales sanitarios y personas con discapacidad intelectual, con el objetivo de facilitar la transferencia de buenas prácticas a nivel nacional.

La tercera edición del Libro de la Salud
Se presentó igualmente la tercera edición del Libro de la Salud, un recurso pionero que desde 2018 ha viajado por distintas comunidades autónomas y otros países, incluida una edición especial con motivo de la guerra de Ucrania. Arantxa García, responsable del proyecto IRPF TEA de AFANIAS, explicó que esta nueva edición incorpora un apartado dedicado a las necesidades sensoriales, ya que “uno de los desafíos de AFANIAS ha sido detectar las necesidades que las personas con discapacidad intelectual y autismo tenían. Y uno de los aspectos más relevantes de una persona autista es el perfil sensorial, que no es exclusivo del autismo. Por eso decidimos incluirlo en el Libro de la Salud”. Subrayó que estas necesidades pueden aparecer también en otras neurodivergencias o condiciones médicas y que su inclusión en el libro puede resultar muy beneficiosa para la población en general.

Clausura: trabajando juntos para un futuro más inclusivo
La clausura estuvo a cargo de Amelia Amezcua y Marisa Cazorla, quienes agradecieron el esfuerzo conjunto de profesionales sanitarios, instituciones, asociaciones y participantes. Ambas destacaron la importancia de seguir trabajando de manera colaborativa para construir un sistema sanitario inclusivo, accesible y respetuoso con los derechos de todas las personas. La jornada concluyó con la presentación del proyecto Facilitador Sanitario 2026, que aspira a consolidar y ampliar esta iniciativa, extendiendo la formación, los recursos accesibles y la integración de la figura del facilitador sanitario a más centros y servicios del país.

Con esta jornada, Fuden reafirma su compromiso con la inclusión en salud y demuestra que la atención integral a personas con discapacidad intelectual es posible gracias a la coordinación, la innovación y el uso de recursos accesibles que facilitan la participación activa de quienes más lo necesitan. Conoce más sobre el proyecto «Hacia una Salud Inclusiva: Implementación del Facilitador Sanitario en el entorno sanitario para una atención integral a personas con discapacidad intelectual”.
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