La falta de conciliación en enfermería y sus consecuencias sociopolíticas en el Congreso Europeo Lares

Oct 28, 2021

La Fundación para el Desarrollo de la Enfermería, FUDEN, ha participado en el XV Congreso Europeo Lares, organizado en colaboración con la Red Europea de Envejecimiento (EAN), que lleva por título: “Garantizando los derechos en los cuidados de larga duración” que se desarrolla online del 27 al 29 de octubre.

El Congreso ha comenzado hablando de cuidados y de lecciones de pandemia con Victoria Camps, que ha centrado su participación en los estereotipos y la estigmatización del cuidado profesional y no profesional, de la dureza del trabajo de cuidados que asumen principalmente las mujeres y de la nueva orientación de la medicina del curar al cuidar. Esta exposición ha enmarcado perfectamente la intervención de la directora de Fuden, Amelia Amezcua que ha presentado la ponencia “El derecho universal al cuidado y el derecho a conciliar de las enfermeras en tiempos de pandemia: cuidados, desigualdad, precariedad y vulnerabilidad” dentro de la mesa de “Derechos y valores” que se ha celebrado el 27 de octubre.

Barómetro de conciliación enfermera en tiempos de pandemia

A lo largo de su intervención, la directora de FUDEN ha expuesto los principales puntos del estudio realizado por la Fundación centrado en la conciliación enfermera en un tiempo tan determinado y determinante como la pandemia. Un barómetro de conciliación enfermera que ha aportado a esta cuestión interesantes resultados y que, en esta comunicación, ha abordado la dimensión social y política de la falta de iniciativas de conciliación en la enfermería, de la polarización de este mercado laboral y de su impacto en la crisis de cuidados de España, amplificada por la pandemia.

 La enfermería española no concilia

“Cuando en 2018 hicimos por primera vez el Barómetro de Conciliación enfermera, nos encontramos que la Enfermería en España no concilia” ha señalado la directora de Fuden en su presentación, “y que los profesionales de la enfermería valoran negativamente las medidas de conciliación de su institución, afectando a su salud, calidad de vida y suponiendo un coste para las instituciones sanitarias”. Los resultados arrojaron que el género es una variable para la exposición a condiciones más negativas, precarias, a peores remuneraciones y a un escaso reconocimiento social de los espacios laborales que ocupan las enfermeras. Además, “el mercado laboral enfermero está fuertemente polarizado: los hospitales cuentan con un 75,70% de trabajadores frente al 4,25% de las residencias. Las mujeres están representadas, en mayor medida, en las áreas con peores condiciones de trabajo y sueldo; en esas cadenas de cuidados protagonizadas por mujeres, los cuidados profesionales también acusan esta posición más precaria y vulnerable en sus trabajadoras según el gradiente de tecnificación y hospitalización”.

 

¿Qué habrá ocurrido durante la pandemia? Una fuerza laboral mermada

La pandemia ha aumentado las jornadas de trabajo por día, se han duplicado las reubicaciones forzosas, las rotaciones del puesto de trabajo y, es la solidaridad entre compañeros, en un 70,39%, la estrategia principal para conciliar. “La pandemia ha mermado la fuerza laboral de los profesionales de enfermería tanto en términos cuantitativos y cualitativos: a la imposibilidad de contar con familias o colegios se ha unido la disminución de compañeros con los que negociar las jornadas laborales, lo que se suma a la restricción de todos los permisos, también los no remunerados. ¿Qué consecuencias tiene esto? Que se hace casi imposible cumplir con las obligaciones y demandas de cuidados, y también de autocuidados, dentro y fuera del puesto de trabajo de las enfermeras”.

 Reflexiones sobre conciliación en enfermería y derecho universal al cuidado

“Los datos arrojados en este estudio hacen que nuestra reflexión se centre en los siguientes puntos” comenta Amelia Amezcua, “en primer lugar en la relación directa entre la falta de políticas de conciliación y de profesionales de enfermería. Ambas cuestiones fundamentales para afrontar la pandemia. Los datos nos dicen que, si se fomentase el equilibrio entre las exigencias del puesto de trabajo y la vida personal y familiar mediante el desarrollo de políticas, estrategias y medidas específicas que posibiliten la conciliación enfermera, aumentaría la fuerza laboral de los profesionales y también la oferta de cuidados. La crisis de cuidados no empeoraría y estaríamos en camino de lograr el Derecho Universal al Cuidado” ha concluido la directora de Fuden.

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