El coronavirus comienza a alterar nuestras vidas y nuestro sistema sanitario y entramos en caos

Mar 17, 2020

«Suena el teléfono, han pasado 24h de la PCR. Ha salido negativo, estoy preparada para ir hoy de noche» #OpiniónFuden.

Marta Caldito Pérez
Enfermera y estudiante del Experto en Cooperación Internacional de FUDEN

Termino de estudiar el experto en Cooperación Internacional y decido hacer las prácticas en Madrid porque estaba segura de que en nuestro país también nos necesitaban. Pero nunca imaginé que sería a este nivel.

El coronavirus comienza a alterar nuestras vidas y nuestro sistema sanitario y entramos en caos. La unidad se aísla entera debido al gran número de positivos en la planta que, según avanzan los días, aumenta a gran velocidad. 

Sin embargo, la organización del personal mejora, somos capaces de planificar cada vez con más eficacia los cuidados y el tiempo. En contraposición a esto, la calidad y cantidad de los EPIs se reduce y empeora, tanto como nuestro estado anímico.

No hay día que no decaiga alguna compañera y no puedes evitar saltarte el protocolo y agarrarle el brazo para intentar calmarle… Siempre, a poder ser, con un doble guante, mascarilla y echándote alcohol. Los abrazos quedan ahora en un sueño.

Recuerdo cuando Eugenia, la enfermera codirectora del Experto de Cooperación Internacional de FUDEN, nos contaba su experiencia de trabajo contra el ébola. Nos expresaba la necesidad de ese contacto físico, esa necesidad de que alguien te dé un abrazo con fuerza y te diga que todo pasará. Parecía algo extremista, pero ahora lo estamos viviendo nosotras.

Llevas días trabajando sin cesar, yéndote más tarde a tu casa, donde no puedes ni quieres estar cerca de tus familiares y amigas porque no puedes permitirte ponerlos en riesgo. Lo primero que haces es ponerte a llorar en el coche, necesitas soltar toda esa energía antes de volver a lo que ahora es tu vida normal.

Y un día comienzas con tos y con fiebre, y tus compañeras te piden que, por favor, vayas a salud preventiva, que debes cuidarte y evitar contagiar al resto. Y ahora sí se te cae el mundo encima porque es duro lo que estamos viviendo en el hospital, pero más dura aún es la importancia de no poder ir a seguir ayudando.

Coronovirus MARTA CALDITO OPINION

Te quedas en casa hasta que sale el resultado y te das cuenta de que no te dejan sola ni un segundo. Tu móvil no para de sonar. Mensajes, videollamadas, audios… todos quieren hacerte pensar en otra cosa, distraerte, ayudarte a razonar que tú no has elegido contagiarte. Porque dicen que te lo mereces, que te agradecen todo lo que estás haciendo por el resto. ¡Y claro que nos lo merecemos! Porque somos valientes, porque amamos nuestra profesión y nos ponemos en riesgo para intentar frenar esta pandemia que ¡no nos va a destruir!

Llega la noche y te arropas de palmadas, abrazos lejanos de todo tu vecindario. Que no te conoce, pero agradecen tu labor como profesional sanitario. Del mismo modo que tú agradeces que se queden en casa y no contribuyan al caos y la propagación.

Tras muchas reflexiones y pensamientos, llegas a la conclusión que el color de la piel, el idioma, el sexo, la educación o la nacionalidad no tienen la mayor importancia. Todos, sin lugar a dudas, todos, sentimos miedo ante la pérdida de nuestra salud y la de nuestros familiares y/o amigos… y la mejor respuesta es la solidaridad. Dejar de pensar en uno mismo y colaborar para que la salud de todo el mundo pueda mejorar.
Esta situación nos provoca fuerza para reivindicar mejoras en las condiciones laborales en nuestro sector: la precariedad de los contratos, los turnos sin descanso, los recortes, la escasez de materiales, las dificultades de conciliación con la vida social y familiar. Cuando todo esto acabe, debemos salir a la calle y luchar por nuestros derechos. Pero ahora es el momento de seguir cuidando a nuestros pacientes y a nuestras compañeras. Porque nosotras no tenemos la culpa de seguir siendo humanas y flaquear. Porque ellos no son culpables como para estar solos y en silencio sin recibir nuestro cariño.

El trabajo que se realiza en los centros sanitarios, ahora más que nunca, demuestra la gran capacidad que tenemos las personas para trabajar en equipo. Juntas podemos con esto y con todo.

Agradezco enormemente el trabajo de TCAEs, celador@s, médic@s, personal de limpieza, de cocina, mantenimiento, administrativ@s… todas y cada una de las personas que forman parte de esta lucha.

Suena el teléfono, han pasado 24h de la PCR. Ha salido negativo, estoy preparada para volver a trabajar.

Marta Caldito Pérez
Enfermera y estudiante del Experto en Cooperación Internacional de FUDEN