Descripción
Uno de los grandes avances de la medicina moderna, junto con la anestesia y los antibióticos es la diálisis, en sus diferentes modalidades. La vida de muchas personas ha sido prolongada y optimizada gracias a la diálisis, junto con el incalculable impacto que ha supuesto en su día a día y en el de sus familias, amigos y la sociedad en general. Sin embargo, todo lo bueno puede traer consigo aspectos negativos que reten la manera de actuar y enfrentar dichas dificultades.
La diálisis desde sus primeros inicios ha acarreado importantes problemas éticos asociados. En sus comienzos los problemas eran aquellos relacionados con los criterios de inclusión en los programas de diálisis, como consecuencia derivada de los recursos limitados existentes; posteriormente aparecieron aquellos dilemas asociados a la técnica dialítica a emplear y la calidad de vida de los pacientes. Tras años de mejoras diagnósticas y terapéuticas, junto con la prolongación de la vida de las personas, surgen los dilemas éticos asociados a la manera de afrontar el final de nuestras vidas, la calidad de vida durante esta etapa y la capacidad de decidir el momento de parar y retirar el tratamiento o incluso plantearse si lo más adecuado es iniciar o no dichos tratamientos.
La enfermera se convierte en fundamental, pues será quien permanezca junto al paciente durante largos periodos de su tratamiento; junto con el nefrólogo/a le dará soporte e informarán en todas las etapas de su enfermedad y ayudará a tomar las mejores decisiones.
De esta manera, se hace vital entender los orígenes de la bioética y los problemas éticos que suelen encontrarse al cuidar de pacientes con insuficiencia renal crónica (ERC) y cómo abordarlos.