Descripción
El consumo de drogas y sus consecuencias son una importante causa directa de morbi-mortalidad evitable en España. De forma indirecta, el consumo de drogas también está asociado con otros problemas sociales y de salud.
El consumo de drogas ilegales en España es una de las amenazas en nuestra sociedad para la salud y el bienestar de la población, es por ello muy importante la realización de una prevención en este ámbito enfocada en gran medida a los jóvenes de nuestro país. Un tercio de la población española ha consumido alguna droga ilegal en su vida. Además, se ha observado un aumento en el consumo de las sustancias psicoactivas de comercio legal, en particular, del alcohol y los hipnosedantes, mientras que la prevalencia del tabaco se ha mantenido durante los últimos años.
Las drogas ilegales más consumidas en España son el cannabis y la cocaína, concentrándose su consumo en la población joven. Por otro lado, el consumo de alcohol, el tabaco y las benzodiacepinas (con o sin receta) son las sustancias legales más consumidas.
El coste humano y social de las adicciones es muy alto ya que no sólo son los usuarios de estas drogas los perjudicados por su consumo, sino que a ello se añade también el sufrimiento de las familias, la problemática laboral y social que conlleva el consumo, a lo que se suma además el coste para el sistema público de atención (prevención, atención médica y tratamiento), seguridad pública, medio ambiente y productividad laboral.
Además, los consumidores de sustancias presentan más frecuentemente que la población general relaciones sexuales de riesgo (que pueden ocasionar enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados), accidentes de tráfico, problemas familiares, económicos, psicológicos, laborales, con la policía y con amigos, entre otros.
Por otro lado, se ha observado un descenso progresivo en el uso de la vía inyectada como principal vía de administración en los consumidores de heroína, sin embargo los consumidores de esta droga producen un impacto sociosanitario mayor que el resto de consumidores de otras drogas debido a la importante exclusión social, infección por VIH y VHC que su consumo puede producir, es por ello que siguen precisando una proporción muy importante de los recursos disponibles en España. A ello se añade el envejecimiento de esta población y la aparición de co-morbilidades asociadas a la edad, ya que muchos de estos usuarios consumidores de heroína son adultos que llevan años consumiendo esta sustancia.
El tratamiento de las adicciones además de reducir los daños sociales y sobre la salud de las personas asociados al consumo de sustancias y a determinadas conductas adictivas, también disminuyen su consumo y los costes asociados. El tratamiento de la adicción debe ayudar a las personas a dejar de consumir drogas, o evitar la conducta adictiva y al menos, reducir los daños asociados a ese consumo o conducta, y lograr un buen funcionamiento social, familiar y laboral.
Además, es importante tener en cuenta el rol de género en las adicciones, ya que en los casos de abuso de sustancias los índices de violencia de género llegan a triplicarse con respecto al resto de la población general. La violencia de género es un problema social que en el caso de las adicciones se multiplica. También hay que estar atentos a la población infantil, ya que en caso de padres consumidores pueden darse casos de negligencia, pero también de violencia física e incluso sexual, de ahí la importancia de conocer no sólo al paciente sino a su familia y su entorno.
Los pacientes que presentan algún tipo de trastorno mental y son consumidores de sustancias son pacientes especialmente graves ya que presentan mayores recaídas, estancias más prolongadas en los hospitales, mínima adhesión al tratamiento, mayor incidencia de conductas violentas y criminales, aumento del comportamiento suicida, mayor índice de conductas de riesgo e infecciones asociadas (virus de la inmunodeficiencia adquirida, virus de la hepatitis C, enfermedades de transmisión sexual), pérdida de las relaciones familiares y sociales, una mayor tasa de desempleo y marginación, por ello es especialmente importante dentro de la atención a los pacientes consumidores de sustancias una especial atención a este colectivo tan vulnerable, así como a sus familias, para poder reducir el impacto que su consumo puede producirles tanto a nivel físico, mental y social.