Problemas de salud en verano

Jun 18, 2018

Por fin podemos decir que ha llegado el verano. Tras un largo invierno, las altas temperaturas parece que han venido para quedarse. Pero cuando lo normal es pensar en piscinas, piel morena y arena blanca sobre agua cristalina, en enfermería no podemos evitar visualizar quemaduras, accidentes acuáticos y enfermedades propias del verano.

Piscinas es sinónimo de humedad constante: al sentarse en un bordillo, mantener el bañador húmedo en el cuerpo durante largas horas, no usar chanclas en las duchas o zonas de piscina, pueden afectar a nuestra salud con la aparición de hongos. Es importante que nos sequemos bien al salir del agua y cambiemos la ropa mojada a seca lo antes posible.

El calor y las altas temperaturas: un problema para la salud. Consejos: Beber agua, no exponerse al sol en horas de alto riesgo y conservar el frío de los alimentos.

Cuando llega el verano nuestra ilusión es una piel morena. Pero no debemos olvidarnos de los peligros del sol, que en esta época del año sus rayos son más potentes y pueden ocasionarnos quemaduras y posibles problemas cancerígenos en el futuro. Una piel morena se puede conseguir, perfectamente, con una buena dosis de crema solar con protección 50, en las horas más tempranas (de 8-11 a.m.) y con una buena alimentación. No olvidemos, además, hidratar la piel tras la exposición al sol; la piel pierde mucha cantidad de agua con el sudor y tiende a secarse. De hecho, este sudor es un fuerte enemigo a la hora de regular la temperatura de la piel, lo que puede derivar en un golpe de calor, que en niños y personas mayores puede ser más grave.

En el mar, las medusas; en tierra, los mosquitos, avispas y otros insectos de carácter tropical. Vacunarnos, si vamos a países tropicales, es la máxima recomendación sanitaria. En el mar, extrememos las precauciones ante estos animales marinos (carabela portuguesa en el Mediterráneo).

Y si el calor nos hace encender el aire acondicionado tengamos en cuenta el mantenimiento de estos aparatos. Un mal estado o limpieza de estos puede llenar la sala de bacterias en poco tiempo, y con ello, aparecer enfermedades como la Legionella.

Si tienes todo ello controlado y llevas tu botiquín sanitario en orden, sólo queda disfrutar del tan esperado verano.