Descripción
Los accidentes constituyen la primera causa de muerte y de secuelas en niños de entre 1 y 15 años en los países desarrollados y en muchos casos dejan secuelas permanentes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) basa la prevención en tres pilares: la epidemiología que permite detectar aquellos elementos sobre los que se pueden intervenir para reducir la incidencia, la educación y la legislación.
Hay que señalar que, a pesar del elevado impacto social que se produce por el fallecimiento de un menor, la percepción general es que en nuestro medio no existe una clara conciencia de que la mayoría de los accidentes en la infancia puedan y deban prevenirse.
El hogar es el lugar más frecuente de accidentes en los niños menores de 5 años, pues son los que pasan más tiempo en él y necesitan explorarlo. Los lugares más peligrosos dentro del hogar son la cocina y el baño. Los accidentes más habituales son las caídas, las intoxicaciones, las asfixias por sofocación, inmersión o por cuerpos extraños y las quemaduras por líquidos, estufas o aparatos eléctricos.
Aunque las tasas de mortalidad por accidente doméstico han ido disminuyendo de manera progresiva en los últimos años, todavía existe la posibilidad de intensificar las actuaciones de prevención destinadas a conseguir una mayor reducción.
El problema de los accidentes e intoxicaciones requiere una atención integral e integrada siendo la prevención y educación para la salud, herramientas fundamentales que los enfermeros deben poseer.