Descripción
Para los enfermos de cáncer, los cuidados paliativos son una realidad que va a ser necesaria en muchas ocasiones al final del recorrido de la enfermedad.
Los cuidados paliativos se definen según la OMS como el “enfoque que mejora la calidad de vida de pacientes y familias que se enfrentan a los problemas asociados con enfermedades amenazantes para la vida, a través de la prevención y alivio del sufrimiento por medio de la identificación temprana e impecable evaluación y tratamiento del dolor y otros problemas, físicos, psicológicos y espirituales”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió el cuidador como la persona, habitualmente un familiar o alguna otra persona unida por un sentimiento afectuoso, que posee condiciones favorables para asumir la responsabilidad que se deriva de un paciente oncológico mientras mantiene una unión cariñosa al tiempo que trata de comprender y transmitir la información procedente del equipo profesional que atiende al paciente sin olvidar que le proporciona seguridad y apoyo.
Los cuidadores no profesionales o cuidadores informales son aquellos que ocupan una gran parte de su tiempo para realizar funciones de cuidado que los propios enfermos no podrían realizar por sí mismos en una gran cantidad de los casos o servir de apoyo para estos enfermos. Resulta evidente que la persona encargada de este cuidado, va a tener una serie de necesidades asociadas al enfermo terminal además de las necesidades propias.
Convertirse en cuidador de un paciente oncológico, y en mayor medida, cuidador de un paciente terminal, implica una modificación en el estilo de vida que se había tomado como habitual con una serie de nuevas tareas que se van poco a poco posicionando sobre las anteriores hasta ocupar la mayor parte del tiempo del que dispone el cuidador. Por lo tanto, los cuidadores de los enfermos paliativos y/o terminales van a sufrir una serie de alteraciones en su salud y sensación subjetiva de salud.
Aprender a cuidar a los cuidadores informales va a aumentar la calidad de los cuidados otorgados en la última etapa de la vida del enfermo oncológico.