Descripción
La tasa de paro entre las personas con discapacidad en España fue del 23,9% en 2019, 1,3 puntos menos que en 2018 y 10 puntos más que entre la población sin discapacidad. A pesar de las estrategias implantadas por los diferentes gobiernos nacionales desde la Ley General de Sanidad de 1986, se hace evidente ahondar en las necesidades de una inclusión social real de las personas con discapacidad y, concretamente, de las personas con enfermedad mental.
El trabajo constituye uno de los fundamentos de las sociedades industrializadas y es considerado entre los valores más apreciados por las personas, siendo un elemento esencial del proceso rehabilitador del individuo con dificultades.
La incorporación al mercado laboral de las personas con enfermedad mental no está exenta de dificultades y por ello es necesario conocer la realidad existente con la que viven las personas con enfermedad mental, y, cuáles son sus dificultades (propias y ajenas) a la hora de encarar una incorporación laboral exitosa.
Como enfermeras es fundamental aprovechar el vínculo que se crea con los cuidadores principales de las personas con enfermedad mental y acompañarles a superar los miedos y barreras que interponen a la hora de la incorporación laboral de la persona con enfermedad mental.
En cuanto a la persona con enfermedad mental también existen reticencias al cambio que deben valorarse y tenerse en cuenta. Entre estas situaciones se encuentran la comodidad de la situación actual al tener todas sus necesidades cubiertas y no querer ver el beneficio versus esfuerzo que le supone tal cambio de vida.
Por otra parte, como enfermeras y veladores de la salud de los pacientes no hay que perder de vista las posibles manifestaciones negativas de la enfermedad mental como la apatía, la abulia, el aplanamiento afectivo y el aislamiento social y la sobremedicación, ya que, en determinadas situaciones, estos pacientes pueden estar sobremedicados con los efectos secundarios que esto acarrea tales como somnolencia, cansancio, extrapiramidales, entre otros.
El personal de enfermería es, por tanto, un pilar fundamental para conseguir el objetivo de una incorporación satisfactoria al mercado laboral de la persona con enfermedad mental.