Tolerancia cero con la ablación

Feb 6, 2018

Cada año, tres millones de niñas sufren mutilación de sus genitales, según Naciones Unidas. A nivel mundial, 200 millones de niñas y mujeres han sufrido la alteración y el daño de sus órganos genitales femeninos. La mutilación genital femenina es una violación de los derechos humanos. Es una forma extrema de discriminación de la mujer. Viola sus derechos a la salud, la seguridad y la integridad física, el derecho a no ser sometida a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes, y el derecho a la vida en los casos en los que acaba provocando la muerte.

El 6 de febrero es el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina. Su erradicación forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en concreto de los objetivos 3 sobre la salud, 4 sobre la educación y 5 sobre la igualdad de género. Lograr esta meta es uno de los propósitos del convenio de cooperación que la Fundación para el Desarrollo de la Enfermería, FUDEN, y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) están llevando a cabo en la región de Maradí, en Níger, donde viven 170.000 personas.

La mutilación genital femenina, una violación de los derechos humanos que debemos prevenir. Las enfermeras pueden trabajar en su prevención

Esta iniciativa contribuye a la promoción y restitución del derecho a la salud y a los derechos sexuales y reproductivos con enfoque de género, especialmente de las mujeres. “En cuestiones como la ablación trabajamos directamente con la población, con los líderes comunitarios y religiosos. Los sensibilizamos para que erradiquen esta práctica entre la población”, explica Osvaldo de Negri, coordinador de proyectos de FUDEN Cooperación.

La mutilación genital femenina se practica en niñas, en algún momento de sus vidas entre la infancia y la adolescencia. En ocasiones, causa hemorragias graves que pueden provocar la muerte y otros problemas de salud como quistes, infecciones e infertilidad, así como complicaciones en el parto y un mayor riesgo de muerte de recién nacidos.

Entre la población inmigrante en España, la enfermería es fundamental para su detección precoz y prevención, como subraya Osvaldo de Negri: “Desde la Atención Primaria, que es el eslabón inicial donde va a entrar esta niña, debemos intentar captar la atención, trabajar con las familias. Al estar prohibida la ablación en nuestro país, muchas familias aprovechan el período vacacional para hacerla. Desde AP, debemos controlar a las niñas y revisarlas antes de las vacaciones. Debemos contar con protocolos y con el trabajo unido de todas las administraciones para fomentar la prevención, porque una vez que está realizada, aunque puedes penalizar a los tutores legales, la niña ya la ha sufrido”.