10 de septiembre: día mundial para la prevención del suicidio

Sep 11, 2019

Hablemos del suicidio abiertamente. #OpiniónFUDEN por Raquel Carcereny

El día 10 de septiembre se celebra el día mundial para la prevención del suicidio, organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el suicidio como el acto deliberado que realiza una persona para provocarse la muerte.

Se considera la primera causa de mortalidad por causa externa en nuestro país desde hace 10 años. Actualmente la segunda causa de mortalidad es por ahogamiento, sumersión y sofocación accidentales, la tercera por las caídas accidentales y la cuarta son los accidentes de tráfico.

Resulta curioso que, para la cuarta causa de mortalidad, sí haya actuaciones de promoción de la salud y de prevención mediante campañas de concienciación sobre el uso del cinturón de seguridad, el uso del casco, la reducción de la velocidad, el no consumo de alcohol y de drogas mientras conducimos… sin embargo, ¿dónde están las campañas de concienciación para el suicidio, siendo ésta la principal causa de muerte en nuestro país?

No es que haya sido una novedad de este año. El suicido lleva a la cabeza de la lista de mortalidad por causa externa desde 2008 cuando se suicidaron 3.457 personas frente a los 3.030 que fallecían por accidentes de tráfico. El último INE del año 2017 contabilizó 1943 muertes por accidentes de tráfico, 3057 por caídas accidentales, 3116 por ahogamiento, sumersión y sofocación accidentales y 3.679 por suicidio y lesiones autoinfligidas.

Es hora de actuar con fuerza en la prevención del suicidio y el papel de la enfermera es fundamental.

Se suele caer en el pensamiento de que hablar de ello puede invitar a la persona a realizar el acto suicida. Según los expertos eso no es cierto. Está demostrado que hablar sobre el suicidio con la persona en situación de riesgo, reduce las probabilidades de que lo lleve a término y es la manera de dejar la puerta abierta para que nos comunique sus ideas o actos autodestructivos. Quizás la falta de formación hace que muchos profesionales no estén receptivos para la detección o no quieran indagar y adentrarse en las inquietudes de este perfil de personas por miedo a no saber actuar en esa situación.

Hace falta realizar una prevención dirigida a la detección precoz de los casos, de los factores de riesgo de la conducta suicida y del tratamiento adecuado de los grupos poblacionales más expuestos. En atención primaria debemos estar familiarizados con la problemática, conocer los instrumentos psicológicos útiles en el diagnóstico e intervención para evaluar, detectar y actuar, aunque sea inicialmente para después derivar a atención especializada.

Raquel Carcereny
Enfermera Especialista EFyC y Responsable de Comunitaria y Formación EIR