La simulación clínica, una formación que salva vidas

Sep 19, 2018

El Centro de Simulación Integral en Emergencias de FUDEN (CISCEM) ha abierto sus puertas a enfermeros y no enfermeros e instructores de simulación clínica para debatir y comentar las distintas experiencias de simulación en los dos ámbitos de la enfermería, el civil y el militar.

“Se ha demostrado que la formación con simulación clínica ha reducido la morbimortalidad de los pacientes tratados”. Álvaro Trampal, subdirector de la Fundación y enfermero de urgencias y emergencias, comenzaba de esta manera la defensa de la simulación clínica, del que él mismo es instructor en algunos de los cursos y expertos que imparte FUDEN a los enfermeros. “Llevamos cuatro años haciendo simulación. En simulación tenemos una media de unos mil alumnos en las clases en el último año“.

La comunicación, principal objetivo de nuestras simulaciones

Los primeros maniquíes simuladores datan de 1778. Se trataba de simuladores de parto y era un simple boceto que se utilizaba en las formaciones. Si con ese sencillo simulador se consiguió reducir la mortalidad en los paritorios, nos podemos imaginar la cantidad de pacientes que han sobrevivido gracias al estudio con simulación clínica.

La primera vez que los instructores enfermeros de FUDEN realizaron una simulación trasladaron todo su equipo a JACA para realizar un riguroso y extenso simulacro de casi cien alumnos, durante una semana y con diferentes talleres. Tras un segundo simulacro en JACA montaron una voluminosa carpa en pleno Madrid Río para su Feria de los Cuidados, donde ofrecieron talleres de primeros auxilios, movilización de posturas ergonómicas, etc, a más de cinco mil personas. El éxito de las primeras simulaciones llevó a la creación de una sala de simulación clínica y nuevos cursos prácticos; una sala que ha ido evolucionando con los años, tanto en material como en recreación de espacios: CISCEM.

“Nuestro objetivo es que el alumno viva la simulación como si estuviera dentro de una burbuja; se tienen que sentir seguros y hacemos mucho hincapié en que nadie va a ser juzgado y estamos aquí para aprender. Les hacemos firmar un contrato verbal de ficción: el maniquí es un maniquí pero deben imaginar que es lo más real posible; y un contrato verbal de confidencialidad: lo que pase en FUDEN queda en FUDEN, venimos aquí para equivocarnos y lo que se equivoquen no saldrá de ahí; si vienes con todo aprendido ¿para qué ibas a venir?”

Valentín González, Capitán enfermero en la Escuela Militar de Sanidad, coincide con Álvaro en la efectividad de la simulación clínica a la hora de impartir formación: “el conocimiento se mantiene durante mucho más tiempo, se queda grabado en la mente, no vas a un examen y lo sueltas todo y te olvidas”. Tanto es así que en los grados sanitarios de las Fuerzas Armadas ya evalúan con una simulación y no con un examen teórico.

FUDEN cuenta con una media de mil alumnos en sus clases de simulación

“Trabajar como entrenas y entrenar como trabajas es nuestro lema -comenta el Capitán-. Nuestro terreno no es el hospitalario, es en pleno territorio de guerra, llevamos 30 kilos de peso y no vamos con un pijama de hospital o un uniforme sanitario. Por eso, las simulaciones deben recrear el escenario real de nuestro día a día”.

Enfermero civil y enfermero militar, ambos creen que estas formaciones bajo simulación clínica debe insistir, sobre todo, en la comunicación más que en la técnica. “Ya vienen con la técnica, la comunicación es la que suele fallar, no hay organización y es todo un caos”.

No hay simulación sin debriefing posterior, donde se comenta lo sucedido en la práctica, el porqué de las tomas de decisión, cómo se han comportado los distintos roles, qué ha fallado…

La simulación clínica, ya sea de media o alta fidelidad, salva vidas. FUDEN, el Centro Universitario de la Defensa y Laerdal, proveedor de este material simulador y organizador de esta jornada, lo saben y han querido mostrarlo al resto de profesionales con un simulacro final en el que han participado algunos de los invitados.