La educación para la salud en los centros escolares: nutrición y buenos hábitos alimentarios

Jul 3, 2019

«Los centros escolares pueden ser buenos aliados de la comida saludable pero también pueden serlo de productos que influyen negativamente en la salud. Aquí es donde empieza nuestra labor». #OpiniónFUDEN por Raquel Carcereny

Según la última Encuesta Nacional de Salud de España (ENSE 2017) las cifras, en cuanto a obesidad y sobrepeso infantil, continúan elevadas en el grupo de población de edades comprendidas de 2 a 17 años. Más de uno de cada 10 niños/as y adolescentes tienen obesidad y más de 3 de cada 10 tienen sobrepeso, en definitiva 4 de cada 10 tienen obesidad o sobrepeso. Esto es un problema grave de salud pública que hay que abordar desde múltiples escenarios.

En España disponemos de la dieta mediterránea (DietMed), que influye de forma positiva en la reducción de la morbimortalidad, sin embargo, nos encontramos entre los primeros países de Europa con la problemática de la obesidad infantil, esto se debe en gran parte a los cambios socioeconómicos que acechan al país y que repercuten en nuevos hábitos de alimentación basados en “comida basura”, alimentos azucarados, productos procesados y ultraprocesados.

Los niños con obesidad o sobrepeso tienden a ser obesos en la adultez y tienen mayor probabilidad de padecer enfermedades no transmisibles que los niños con peso normal. Esta problemática es prevenible a través de medidas dirigidas a la promoción de la salud. La educación para la salud es más eficiente en los niños que en los adultos, con lo que tenemos que poner el foco de atención en la etapa escolar.

Debemos desarrollar e implementar más programas de educación para la salud dirigidos a los niños y los adolescentes, en su entorno más cercano, desde el centro de salud y en los centros escolares dirigido fundamentalmente a la alimentación saludable y al ejercicio físico.

Indudablemente el ámbito familiar es el prioritario, ya que es importante crear un buen hábito alimentario dentro del núcleo familiar. Las pautas de alimentación, de los menores de 2 años, las obtiene la familia principalmente en atención primaria, la enfermera y el pediatra trabajan con la familia para proporcionar educación para la salud dirigida a la adquisición de unos buenos hábitos alimentarios y detección de factores de riesgo. No obstante, las revisiones del niño sano se van espaciando a partir de esa edad, la familia continúa proporcionando cambios en la alimentación a medida que van creciendo, generalmente se moldean con los de la familia y esto puede condicionarlos de forma positiva o negativa en su salud.

Cuando el niño se escolariza, entra en juego otras influencias en el ámbito escolar. La figura de la enfermera escolar es fundamental para proporcionar educación para la salud y manejar los problemas de salud de los niños y adolescentes que lo precisen. La enfermera de atención primaria suele realizar intervenciones puntuales de educación para la salud en los centros escolares y debe proporcionar una labor de apoyo y coordinación con la labor continuada de la enfermera escolar.

Los centros escolares pueden ser buenos aliados de la comida saludable pero también pueden serlo de productos que influyen negativamente en la salud. Aquí es donde empieza nuestra labor, junto con políticas públicas de salud, de proporcionar la información y las herramientas necesarias para que conozcan los beneficios de llevar una alimentación saludable.

Hoy, en Fuden, estamos trabajando en este nuevo ámbito de actuación de la Enfermería, que es fundamental para la población, mediante la formación de este postgrado universitario en Salud Escolar, dirigido a las enfermeras que quieran aumentar sus conocimientos y habilidades en este ámbito tan específico.

Raquel Carcereny
Enfermera Especialista EFyC y Responsable de Comunitaria y Formación EIR