#DiaMundialdelaRabia: Cero para el 30

Sep 27, 2018

La rabia es una enfermedad vírica aguda mortal que afecta al sistema nervioso central. Se transmite normalmente por saliva a través de mordeduras o arañazos de animales infectados, siendo estos, el 99%, perros.

Actualmente es una enfermedad que está presente en todos los continentes excepto en la Antártida. Pero dónde más muertes por la rabia se registran (95%) es en África y Asía. Las poblaciones más vulnerables y pobres de estos continentes no cuentan con la posibilidad de adquirir la vacuna antirrábica por su elevado precio.

“Es necesario mejorar los conocimientos de las comunidades en materia de prevención y lucha contra la rabia, en concreto sobre la responsabilidad que supone tener una mascota, la prevención de las mordeduras y el modo de actuar cuando estos ocurren. El compromiso de las comunidades y su participación en los programas preventivos contribuyen a mejorar la cobertura y la recepción de la información más importante”, declara la OMS en su website.

Cero para el 30: Fin de la Rabia. 28 de septiembre, Día Mundial de la Rabia

Como enfermedad zoonótica, se transmite al ser humano por medio de la saliva, a través de una mordedura o arañazo. Aunque el perro es el animal más común en poseer este virus mortal, en Australia, América y Europa occidental los murciélagos son propensos, también, a convertirse en portadores.

sistema nervioso central cuerpo humano

Tratamiento: profilaxis

El objetivo principal de la profilaxis postexposición es que la infección no alcance el sistema nervioso central, pues esto supondría la muerte inmediata.

Lo primero que haremos es tratar la herida y limpiarla durante 15 minutos con agua y jabón.

Tras la limpieza profunda, nos dirigiremos a un centro de salud donde nos aplicarán la vacuna antirrábica y, si está indicado, nos administrarán inmunoglobulina antirrábica.

¿Cómo saber si nos han transmitido la rabia?

Los síntomas no son nada claros y, por tanto, es muy difícil evaluar el contagio antes de que se propague por el cuerpo. El síntoma más acentuado que nos podría llevar a pensar en la rabia es la hidrofobia.

La enfermedad de la rabia puede adoptar dos formas:
• La rabia furiosa, en la que los enfermos presentan signos claros de hiperactividad, agitación, hidrofobia y, a veces, aerofobia. En pocos días el enfermo sufrirá un paro cardiorrespiratorio que le causaría la muerte.
• La rabia paralítica, que se presenta en el 30% de los casos humanos. Tiene una evolución menos grave y más prolongada. Lo que ocurre cuando adopta esta forma es que los músculos se paralizan gradualmente y el paciente va entrando en coma hasta que fallece.

La gravedad de esta enfermedad que, aunque hoy el número de muertes es menor, sigue siendo una de las enfermedades más mortíferas y persistentes de la actualidad, ha atraído la atención de los principales organismos mundiales en salud -La OMS, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Alianza Mundial para el Control de la Rabia (GARC)- para poner en marcha una plataforma mundial contra la rabia. ¿El objetivo? Erradicar esta enfermedad para el año 2030 (Cero para el 30). Su misión es orientar y prestar apoyo a los países para que implanten planes nacionales de eliminación de la rabia.

“Cero para el 30 se centra en mejorar el acceso de las víctimas de mordeduras a la profilaxis tras la exposición, informar sobre la prevención de las mordeduras y ampliar la cobertura vacunal de los perros a fin de reducir el riesgo de exposición humana”, afirma la OMS.

Enfermedad de la rabia