El pasado 25 de enero se celebró la Jornada “Liderazgo por y para el cambio”, una jornada que supuso el inicio de la nueva edición del Experto Universitario en Gestión y Calidad Asistencial desde el Liderazgo Enfermero de Fuden. Este año el postgrado venía con una peculiaridad: las 20 becas que la Fundación para el Desarrollo de la Enfermería ha lanzado para profesionales de la Enfermería, menores de 35 años, dentro de sus acciones y compromisos con el Nursing Now, campaña a la que se ha adherido desde el pasado año 2019. Estas 20 becas en formación en gestión y liderazgo forman parte del reto Nightingale Challenge, cuyo principal objetivo es el de cambiar el futuro de la Enfermería con nuevas líderes en cabeza.
“Cuando desarrollamos una labor de gestión crecemos como profesionales”. Jornada «Liderazgo por y para el cambio»
Patricia Rebollo, enfermera de Fuden y Coordinadora del Experto, fue la encargada de inaugurar esta jornada y lo hizo con un reparto de llaves entre los alumnos. Estas llaves pertenecieron a trabajadores de Fuden y el mensaje que portaba era que “cada vez que encontremos nuevos aprendizajes usaremos la llave. Abriremos y cerraremos puertas”, declaró Patricia.
Los alumnos pudieron escuchar de primera mano las experiencias de antiguos alumnos del experto de Fuden que ahora gestionan y lideran equipos. Destacó la intervención de Zulema Gancedo, enfermera y gestora, con amplia experiencia directiva. Quiso enfatizar en la necesidad de otorgar de una mayor responsabilidad a los profesionales ya que “están deseando tomarla y sentirse parte de los proyectos”.
Gancedo puso en valor la motivación como clave del éxito porque “es a ellos a quienes hay que motivar, formar y darles una oportunidad, una responsabilidad». Además, según Zulema “cuando desarrollamos una labor de gestión crecemos como profesionales”.
Siguiendo con su intervención en el Foro Fuden Gancedo destacó que los enfermeros españoles “somos los profesionales sanitarios que más nos formamos y más nos comprometemos”. Quiso terminar recalcando la importancia de dos conceptos a la hora de liderar y gestionar equipos: “talento y talante”.
Tampoco las experiencias y recomendaciones de nuestros antiguos alumnos en Fuden del Experto en Gestión y Liderazgo nos permitieron una tregua. Noelia Moreno, supervisora de urgencias, lanzó el primer consejo con seguridad y firmeza sobre la posibilidad que tiene cualquier enfermera o enfermero de llegar a gestionar y liderar equipos “si tienes a tu alcance las herramientas, desarrollas tus habilidades y consigues tus objetivos”. Para Noelia una de las características que debe tener un supervisor es el liderazgo. “No parece tarea fácil. Hay que trabajar mucho para ser un buen líder. Para eso estáis aquí.”
Bajo el título “Y por qué no” Carmen María Huerta, supervisora de la Unidad de Digestivo del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, arrancó su ponencia desde la recomendación de escribir nuestros objetivos como gestoras y líderes: “Es importante revisar estas palabras y recordar qué nos trajo hasta aquí, ya que las tareas y responsabilidades crecen y puedes perderlos de vista».
Esos objetivos de los que hablaba Carmen se convierten, a su vez, en motivaciones, y es lo que recalcaba José López, supervisor de Urgencias en el Hospital de la Princesa, en su discurso de la Jornada: «En la vida te mueves por motivaciones, pero en nuestra profesión tiene el mismo valor la motivación que la formación. Puedes estar motivado, pero a lo mejor no tienes la seguridad. Eso te lo da la formación”. José se focalizó en la importancia de la formación, no sólo para llegar a ser gestor o gestora de enfermería, también para convertirte en líder de ese equipo que depende de ti.
Blanca Santamaría, supervisora de hospitalización, fue la encargada de cerrar este primer bloque contando su experiencia al empezar como supervisora en su hospital. En su caso reconoce que en ese momento “no tenía el conocimiento, pero sí la intuición. Me vi capaz de asumir una responsabilidad de acuerdo con unos objetivos alineados con el hospital”. Santamaría supo ver que “había un vacío en la formación” y añade que “ahora hay más herramientas para afrontarlo”.
Amelia Amezcua, directora de la Fundación para el Desarrollo de la Enfermería y docente, también, en este Experto de gestión y liderazgo, moderó la segunda mesa de ponencias, que inició con su llave en mano: «Yo no tenía una formación reglada en gestión. No había cursos. Me he colgado la llave y empiezo esta edición con ella. Ha sido maravilloso escucharos. Patricia y yo tenemos la suerte de que compartáis con nosotras vuestras experiencias como gestoras y tras el experto». Un día Patricia Rebollo pidió a Amelia que impartiese el módulo de «gestionar como líder y no como jefe». Ya lleva dos ediciones dando esa clase y «la motivación y las ganas de hacer son las claves para ser buen líder», decía, y añade «en una charla, hace poco, nos dijeron que dejáramos de entregar el Currículum Vitae, que ese papel describía lo que hemos hecho hasta ahora, no lo que vamos a hacer. Me lo apunté porque me pareció una idea estupenda. Quédate con el qué eres capaz de hacer a partir de ahora, y no con lo que has hecho ya».
Daba comienzo, así, el último bloque de la jornada con las ponencias de antiguos alumnos del experto. Ahora son enfermeras con una larga trayectoria como gestoras o supervisoras en sus respectivos centros y hospitales. Un ejemplo es el de Paloma Sánchez, supervisora del Banco de Sangre en el Hospital 12 de octubre de Madrid. Su caso fue especial al verse rodeada de “gente más joven, que valían mucho y me motivaron e ilusionaron a seguir”. Ahora, bajo su cargo, han desarrollado nuevas acciones como la implementación de peticiones electrónicas, que ayuda a reducir los errores humanos.
Marian Angustias y María Jesús Bocos, supervisoras de la unidad de hospitalización del Hospital de Parapléjicos de Toledo, coincidieron en reconocer que cursar un Experto como el de Gestión y Liderazgo “ha sido un viaje apasionante, con profesionales que nos han enseñado, sobre todo, que el kit de cambio está en las personas”. Tanto Paloma como Marian y Chus, centraron su gestión, y sus ponencias, en la seguridad del paciente. Paloma, que fue pionera en la implementación de peticiones electrónicas, y Chus, que se planteó como principal objetivo unos “cuidados seguros”, ahora venían a contarlo. “Un checklist con todos los ítems para incluirlo en el informe de alta de Enfermería”, declaraba Chus y añadía “todo ello contribuiría a evitar la segunda víctima”. Precisamente, en esa segunda víctima que somos los profesionales de la salud en los errores cometidos en cualquier parte de los procesos que llevamos a cabo, se centró también Paloma, y citó «las segundas víctimas también son importantes. Tú eres la segunda víctima, no es sólo lo que le pase al paciente. Es algo que me preocupa y lo que me hace creer en este proyecto».
«Somos la llave para muchas fuerzas, para avanzar, para mejorar” afirmaba Nuria Torremocha, supervisora de Reanimación en el Hospital Universitario de Alcorcón, quién cerró esta Jornada. Nuria quiso dar énfasis a la retroalimentación “hay medidas, qué se ha hecho, qué se puede hacer…”, y añadía la importancia de no buscar culpables “cambiar el ‘Quién ha sido y qué ha hecho’ por el ‘Qué ha pasado y cómo podemos evitarlo». En la Fundación para el Desarrollo de la Enfermería basamos nuestros talleres prácticos en la simulación de entornos y situaciones reales que una enfermera pueda encontrarse en su día a día. Nuria centró su discurso, precisamente, en esa importancia de la simulación “necesitamos saber las necesidades de la unidad, y hacer casos que nos permitan valorar varias cosas a la vez. Importante que lo que nosotros hagamos sea relevante para los trabajadores. Objetivos realistas”. A este énfasis de la simulación también se sumó Mª Rocío Álvarez, supervisora de Urgencias del Hospital Universitario Infanta Leonor, “prácticamente toda la formación de urgencias puede hacerse a través de la simulación. Y el debriefing, además, te aporta mucha información de qué tirar o con qué quedarte”.
La Jornada “Liderazgo por y para el cambio” sirvió para poner en valor el papel y la figura de supervisores dentro de los equipos de gestión de un hospital. Pero también para concienciar a los alumnos de esta nueva edición de la responsabilidad que se les presenta a nivel profesional y personal.
