Día Mundial de la Diabetes. Diabetes: Protege a tu familia

Nov 14, 2019

«Las recomendaciones sobre el consumo de azúcares son claras, sin embargo, comprar alimentos saludables en el supermercado puede resultar una ardua tarea» #OpiniónFuden por Raquel Carcereny

El 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes impulsado por la Federación Internacional de Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1991.

La campaña de este año marca por segundo año consecutivo el tema de la familia y la diabetes, concretamente con el lema “Diabetes: Protege a tu familia”. El objetivo es el de aumentar la concienciación sobre el impacto que tiene la diabetes en la familia y la capacidad que tiene ésta de influir en ella, sea en la prevención de la enfermedad, el diagnóstico precoz o el tratamiento de la persona afectada dentro del núcleo familiar.

La diabetes mellitus es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas deja de producir insulina o el organismo no la utiliza de forma correcta. El “Atlas de la Diabetes” de la FID estima que 1 de cada 11 adultos la padece, que 1 de cada 2 adultos con diabetes está sin diagnosticar y que la diabetes tipo 2 se puede prevenir en más de la mitad de los casos.

Las enfermeras somos agentes de salud que debemos, entre otras actividades, realizar Educación para la Salud (EpS) para la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes, dirigidas a informar y responsabilizar a los individuos de su propia salud y provocar que éstos modifiquen sus hábitos no saludables, así como ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes y la de sus familias. Según el “Atlas de la Diabetes”, 1 de cada 4 miembros de la familia tiene acceso a la educación diabetológica. Todas las familias deberían recibir la educación diabetológica dirigida a unas pautas de alimentación saludable, pérdida de peso en caso de sobrepeso u obesidad, realizar ejercicio físico, evitar el sedentarismo, evitar consumir sustancias nocivas como el alcohol o el tabaco, reducir el estrés, etc.

En la EpS sobre alimentación, en ocasiones, nos encontramos con hojas de recomendación de alimentos desactualizadas dirigidas a personas con diabetes. En ellas, se encuentra un listado de “alimentos prohibidos” como, por ejemplo, el plátano, las uvas, las galletas, la patata, el arroz, el pan, etc. De esta manera se confunden alimentos saludables con otros que realmente son desaconsejados por su alto contenido en azúcares, harinas refinadas, aceites refinados, sal y aditivos poco interesantes a nivel nutricional. Y es que las personas con Diabetes y sus familias deberían conocer la calidad de los alimentos y la cantidad en “gramos o raciones” de hidratos de carbono (HdC), así como sus equivalencias, para poder calcular su consumo máximo diario.

La OMS recomienda consumir menos del 10% de la ingesta calórica total de azúcares libres al día, que equivale a 20-25g de azúcar en una persona adulta que consume entre 2000 y 2500 kcal al día, y nos indica que reducir a menos del 5% de la ingesta calórica total de azúcares libres al día es beneficioso para la salud. En niños y adolescentes entre 2 y 18 años la ingesta de azúcares libres debe reducirse con un límite superior deseable de <5% de la ingesta de energía, así como no consumir absolutamente nada de azúcares libres en los menores de 2 años. El consumo excesivo de azúcar está asociado directamente con el riesgo de padecer diabetes mellitus tipo 2.

Las recomendaciones sobre el consumo de azúcares son claras, sin embargo, comprar alimentos saludables en el supermercado puede resultar una ardua tarea. En España, el Reglamento (UE) Nº 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de octubre de 2011 regula la información alimentaria facilitada al consumidor, la cual obliga a dar información sobre la tabla nutricional y la lista de ingredientes de todos los productos comercializados, pero tenemos que enseñar a la población a saber interpretar esa información para que puedan realizar una compra saludable, esquivando las mentiras del marketing alimentario, que a menudo intenta confundir con palabras en el envase del producto como “Diet, sin azúcares añadidos, ecológicos, producto apto para diabéticos, etc.” y caemos en el error de creernos que esos productos son más saludables, cuando en realidad, en ocasiones, la palabra “azúcar” lo presentan con otros términos como “fructosa, sacarosa, glucosa, azúcar invertida, jarabe, etc.” que vienen a comportarse de forma similar en nuestro organismo.

Las enfermeras debemos formarnos y actualizarnos en nutrición, con la finalidad de proporcionar a la población información veraz, contrastada y con evidencia científica sobre alimentación saludable a lo largo del ciclo vital padezcan o no enfermedades crónicas.

Raquel Carcereny
Enfermera Especialista EFyC y Responsable de Comunitaria y Formación EIR