#DíadelaSaludSexual Enfermería y educación sexual

Feb 14, 2019

A pesar de los programas de prevención mundiales y estatales sobre «sexo seguro» ¿por qué las personas siguen contrayendo ITS? ¿En qué estamos fallando?. #Opinión por Sara León

Según datos de la OMS son 36,7 millones las personas infectadas de VIH en el mundo, de las cuales 1,8 millones son niños. Hasta la fecha actual más de 35 millones de personas de personas han fallecido por causas relacionadas con el sida.
En España, los datos lanzados por el Ministerio de Sanidad, Servicios sociales e Igualdad no son mucho mejores. A pesar de contar con campañas de vigilancia periódica, programas de salud pública estatales o acceso libre a los métodos de anticoncepción más usuales, la tendencia creciente de las ITS sometidas a vigilancia epidemiológica se mantiene (datos del informe sobre vigilancia epidemiológica de las infecciones de transmisión sexual 1995-2015), siendo la tasa de nuevos diagnósticos de VIH superior a la media de los países de la Unión Europea y de Europa Occidental (datos del informe sobre vigilancia epidemiológica del VIH y sida en España en 2017).

Y aunque es cierto que las formas de propagación del VIH o de las ITS incluyen mecanismos no sexuales, como transfusiones o trasmisión vertical de la madre al feto durante el embarazo o/y el parto, no debemos olvidar que las ITS se propagan fundamentalmente por contacto sexual, incluidos el sexo vaginal, anal y oral.
A pesar de los esfuerzos mundiales y estatales en materia de promoción y prevención, ¿Por qué siguen creciendo los datos relacionados con la incidencia en este tipo de patologías? ¿Por qué las personas siguen contrayendo infecciones de transmisión sexual si se supone que las campañas de educación sobre “sexo seguro” se realizan de manera correcta a la población? ¿En qué estamos fallando?

Debemos empezar a cuestionarnos, que aunque las campañas de prevención y promoción estén bien programadas, lo que se cuenta en ellas o la manera de contarlo no llega realmente a la población diana y esto no genera los cambios necesarios en los hábitos sexuales que modifiquen los datos epidemiológicos de este tipo de infecciones.

Confundir información con educación sexual y basar esta información sexual en objetivos tales como la prevención del VIH o la evitación del embarazo puede tranquilizar, pero parece que no resuelve problemas actuales como el aumento de la incidencia de las ITS.

La “educación” actual en cuestiones de salud sexual solo incluye contenidos relacionados con anticoncepción, posibilidades de embarazo e infecciones de transmisión genital, donde “tratar lo urgente se antepone a lo importante”, obedeciendo a una concepción actual del sexo y lo sexual, como fuente de problemas y riesgos.

Debemos entender el sexo y sus relaciones como fenómenos inherentes a la condición humana. Los hombres y las mujeres nacen y mueren como seres sexuados y los infinitos modos de construir este “ser sexuado” son el resultado de un proceso biográfico de sexuación. Y si vemos en esta construcción de la identidad sexual más valores cultivables que problemas tratables, construiremos programas de educación sexual destinados a contribuir a la población a construir una sexualidad libre, satisfactoria y libre de riesgos.

Como diría el profesor Silberio Saez ”no por añadir más paella al arroz, la paella mejora” y el seguir hablando de anticonceptivos y como usarlos solo significa más arroz para la paella. Cuestiones como la construcción de la identidad sexual, los roles de género, la orientación del deseo, la erótica, la amatoria o la propia sexualidad aconceptiva deben ser tratados y formar parte de los objetivos de los planes y programas de salud pública en materia de educación sexual.

No todos los profesionales sanitarios tienen los conocimientos necesarios ni la preparación necesaria para educar en salud sexual a su población. Es necesario que enfermería amplíe sus conocimientos en materia de sexualidad y que sus programas en asesoramiento y educación sexual no olviden los aspectos relacionados con la prevención de las ITS, pero amplíen sus contenidos con el objetivo de darle a la sexualidad un lugar positivo en el desarrollo del ser humano.

Sara León,
Matrona y Responsable de Formación Matronas FUDEN